Desde que en abril de 1976 se celebró el I Congreso de Poesía Canaria se ha mantenido el propósito de convocar este encuentro cada diez años, una frecuencia que se ha cumplido con alguna salvedad, acaso propia del hastío y la melancolía que se suele atribuir a este grupo de creadores.

Además, ya desde su génesis se estableció que el Ateneo de La Laguna debía figurar como una de las entidades encargadas de su organización. Y así, tomando la letra de este precepto, Covadonga García Fierro y Daniel María, integrantes de la Sección de Literatura del Ateneo lagunero y miembros de un comité organizador que completan los escritores Yeray Barroso, Daniel Bernal y Yurena González, se aprestaron a cumplir con la liturgia y dar forma a una cita que se realiza con la voluntad de "repensar las coordenadas de la poesía insular, sus alcances y límites, sus derivas y cuestionamientos", destaca Covadonga García-Fierro.

Como integrante del comité, esta escritora subraya que la intención que anima el encuentro, que se desarrolla desde hoy, lunes, día 14 y hasta el viernes, 18 de noviembre, en las ciudades de La Laguna y Las Palmas (donde tendrá lugar la clausura) es el de "abordar aspectos laterales o complementarios a los de congresos precedentes, integrando poéticas diversas y atendiendo a varias décadas de poesía en las Islas".

Lo cierto es que algunas personas se han mostrado abiertamente críticas con la manera de articular este congreso, circunstancia que si bien los organizadores encajan, literaria o deportivamente, también responden, a partir de los fundamentos de un encuentro que consideran está concebido con un "carácter integrador, generoso, abierto al debate, articulado desde múltiples puntos de vista y con la intención de cubrir distintos tiempos cronológicos y poéticos", subraya Covadonga.

La polémica no solo se ha declamado, con voces más o menos altas y engoladas, sino también ha llegado a las redes sociales con un variado registro de "egos y vanidades", subraya García-Fierro.

Con todo, el pasado miércoles, Cecilia Domínguez, premio Canarias de Literatura 2015, comentaba en su cuenta de Facebook que le habían llegado críticas de poetas y afines sobe el IV Congreso de Literatura, razón por la que decidió dirigirse a ellos de manera epistolar, desde los argumentos de la sensatez y la autocrítica.

"Queridos e ínclitos poetas del Parnaso isleño, ultraperiférico y de más allá (véase un planisferio e intenten encontrar las Islas Canarias): Por favor, lean, escriban y permitan que los demás, pobres poetas de la gleba, organicen congresos en entidades rancias en las que, por cierto, ustedes han presentado libros y dado recitales (para los suyos, claro).

Organicen, si no, ustedes mismos, un congreso para los que se niegan a participar en congresos (a lo peor acabo de escribir una figura literaria). Sean tolerantes, muchachos, que ya están talluditos para ir de rebeldes sin causa.

Aquí, a pesar de lo pequeño y ultraperiférico, hay espacio para todos: excelentes, muy buenos, buenos, regulares, malos e, incluso, muy malos. El tiempo, esclarecidos e iracundos poetas -con gafas por si se ve borroso o sin ellas- pondrá a cada uno en su sitio. Si no, aviven el seso: ¿Quién recuerda, lee o representa hoy a José Echegaray, todo un premio Nobel?. Pues eso. ¡Y a escribir que son dos días!".