La firma suiza Herzog y de Meuron, ha ganado el concurso internacional para diseñar el Museo del Siglo XX en Berlín. Los estudios de SO-IL, Snøhetta y REX estaban también en la carrera por este proyecto de $ 218.8 millones, junto con las firmas británicas Zaha Hadid Architects, OMA, y David Chipperfield Architects además de los premios Pritzker COMO Saana y muchos otros equipos importantes más (42 en total). El diseño ganador para Berlín fue elegido en un proceso de selección anónimo, de modo que el jurado no conocía previamente a los arquitectos detrás de los diseños. Tuve la suerte de poder participar en la presentación el pasado jueves día 17 de noviembre y la verdad es que después de revisar todos los paneles creo sinceramente que ganó la mejor propuesta. La más clara, la mejor explicada, la más correcta con los edificios colindantes.

El objetivo del concurso para el nuevo edificio es acabar con la fragmentación que actualmente sufren las colecciones sobre el siglo XX que actualmente tiene Berlín, que se extienden por varios edificios y para las que se busca una unidad de inventario y exposición.

La propuesta ganadora de la firma suiza representa un museo ampliamente revestido de ladrillo de color amarillo-naranja de la arena típica del subsuelo de Berlín, con un techo inclinado que abarca toda su longitud. En el interior, el espacio se dividirá en cuatro partes respetando el árbol de sicómoro, protegido, que se aprovecha para crear una zona de terraza del futuro restaurante del museo. Pierre de Meuron que acudió a la presentación el pasado jueves explicó en la abarrotada sala del Kulturforum que el museo es el lugar donde se cruzan diferentes caminos, donde diferentes mentalidades y mundos permiten un encuentro. Tiene varias entradas, ya que está orientado en todas direcciones y quiere llamar la atención sobre la colección berlinesa de arte.

El sitio del nuevo museo está entre dos obras maravillosas de la historia de la arquitectura, la Neue Nationalgalerie de Mies van der Rohe y la famosa y espléndida Filarmónica dorada de Hans Scharoun, dos monumentos arquitectónicos de los años sesenta que ya forman parte del patrimonio de la humanidad. El reto no era nada fácil.

Lo mejor del diseño ganador es que no intenta competir con Scharoun y Mies van der Rohe. Aún así la propuesta de Herzog & de Meuron es una declaración muy fuerte de intenciones sobre el lugar y logra sobresalir sin dañar a los gloriosos edificios que tiene de vecinos, consiguiendo reunirlos en un todo. Algunos amigos de Berlín dicen que el Ayuntamiento no pensó bien el urbanismo antes de convocar el concurso y que este museo no va a ayudar a hacer ciudad, puede que tengan razón pero creo que si alguien es capaz de intentarlo ese es el equipo suizo.

Me encantaron las declaraciones de Jack Herzog ante las críticas que recibió su proyecto cuando se conoció que era la propuesta ganadora. Dijo: "¿Una escuela de equitación? ¿Una estación? ¿Un depósito? Sí, todas estas asociaciones son correctas ". Herzog, a quien conocemos muy bien por el TEA de Tenerife, quiere que el nuevo museo sea algo más que para admirar el arte, sino también para la actividad cultural, para la comunicación entre diferentes personas con diferentes inquietudes, para mejorar como artistas o como seres humanos.

Otro de los aciertos es que se espera que los edificios antiguos (de Mies) y nuevos estén conectados por una galería subterránea para 2027, una vez que una línea eléctrica de alto voltaje que ocupa el espacios sea resituada en otro lugar. Con la ayuda de esta conexión entre la Neue Nationalgalerie y el nuevo edificio, será posible recorrer el arte desde 1900 hasta los desarrollos de finales del siglo XX dentro de un solo complejo de museos. Felicidades Berlín.