Tres vidas sumidas en un tiempo de incertidumbre provocado por la crisis económica y los efectos de la precariedad en la intimidad de las personas perfilan el argumento de la segunda novela del escritor tinerfeño Julio Fajardo (Santa Cruz, 1979), "Asamblea ordinaria", que ha publicado con la editorial Libros del Asteroide. La primera fue "Los principios activos" (2008).

"La intención fundamental es establecer una conversación con el lector sobre muchos de los problemas habituales que tiene esta época ahora mismo en España. Lo que tienen en común las tres tramas que forman la obra es que sus personajes padecen las consecuencias de la crisis económica. El libro no pretende hacer una descripción muy general, estructural, de la crisis, de sus causas y consecuencias, pero sí se centra en los efectos que tiene en nuestra forma de relacionarnos, en nuestra forma de pensar, en nuestras vidas propias, en las de la gente de nuestro entorno", resumió Fajardo.

Este relato, en el que confluyen tres voces narrativas, gira en torno a tres treintañeros que se han quedado sin trabajo. La intención de este texto ha sido retratar a gente normal y corriente, ordinaria, dentro del orden común de los mortales.

"La primera trama, narrada en primera persona, la cuenta una mujer, madre y trabajadora, cuya pareja está en paro y ella, en un momento dado, deja de percibir su sueldo. La segunda la cuenta en segunda persona un empleado de una empresa moderna que le relata a su jefe buena parte de su trayectoria en común durante el tiempo que ha trabajado para él".

"La última está contada por un narrador omnisciente. Es un punto de vista que pretende ser más objetivo porque se dedica a pensar qué pasa en las cabezas de dos personas. Un treintañero sin mucha preparación, que se queda en el paro y para ahorrarse el alquiler se va a vivir con una tía suya de 70 años con la que tuvo relación cuando era niño. Se cuenta cómo es esa nueva convivencia entre los dos y los conflictos que se generan. Es una especie de falso monólogo interior que va alternando la conciencia de él y de ella".

Todos los actores que intervienen en este montaje literario han sido inventados por la imaginación del autor, pero han sido convocados con la intención de que el lector se pueda identificar fácilmente con ellos porque pueden resultar muy familiares en la época actual. "Es una obra de ficción que intenta ser literatura realista, que cuando la leas te suene verosímil, que te puedas creer que las cosas se dan más o menos así. No pasa nada en el libro que no ocurra por todas partes y no se pueda explicar".

La estructura narrativa se caracteriza porq no tener ningún diálogo. Los protagonistas, que no tienen nombre, hablan directamente en primera y segunda persona, incluso cuando se utiliza la tercera describe lo que pasa fuera de las cabezas de los seres que retrata.

"Asamblea ordinaria" es una novela comprometida, de hecho uno de los protagonistas se integra en una organización política. "Me gustaba la idea de evocar la asamblea como espacio al que acude la gente para hablar de sus problemas y de las cosas que le importan. Me interesaba que el título evocara esa idea, que el libro fuera una especie de asamblea (...) He escrito este libro bajo la premisa de contar cosas que me importan y supongo que eso lo convierte en un texto político, inevitablemente", matizó.

Autor:

Julio Fajardo

Título:

"Asamblea ordinaria"

Editorial:

Libros del Asteroide

Páginas: 224