Clarita, La Potroca, Berta, Pancha, Constanza, Joanna, Elvirita, Orlando o Mongo son algunos de los personajes que habitan en "Villablanca, dos calles que dan al mar", un pueblo ficticio de La Gomera en el que se desarrollan los nueve relatos escritos por la actriz, narradora oral y maestra tinerfeña Matilde Magdalena Coello (Santa Cruz de Tenerife, 1967).

Este conjunto de narraciones se basa en los datos que recopiló la autora de las diferentes fuentes orales a las que pudo acceder en la isla natal de sus padres, ingrediente principal de las tramas que presiden cada una de las historias situadas en la posguerra, entre los años 30 y 50 del siglo pasado.

"Son unos relatos, básicamente de mujeres, ambientados en La Gomera de la posguerra, que parten de una base real, historias que me contaba mi madre que vivió esa época, y luego ficción dentro de un marco histórico que está documentado. Lo importante, lo gordo, es la ficción", matizó esta escritora que actualmente trabaja como maestra logopeda.

Las tramas de cada uno de los cuentos que se incluyen en el libro publicado por esta licenciada en Geografía e Historia tienen un carácter universal porque hablan de sentimientos, emociones, amor y desamor, temas unidos al ser humano en cualquier lugar de planeta, aunque se describen espacios que definen el carácter insular del territorio en el que se desarrollan.

"Villablanca, dos calles que dan al mar" también encierra algunos apuntes costumbristas, como sus referencias a la brujería, al contrabando, a las tradiciones de San Juan, a la represión franquista o a la emigración clandestina en aquellos barcos fantasma como "La estrella polar" que en el libro se denomina "La estrella del Atlántico". También se nombra en algún pasaje a El Teide y a Tenerife, a donde se emigra para trabajar en el tomate.

"Se habla de costumbres, pero no es un costumbrismo al uso, sino explicado literariamente y hay una ficción clara. Para asemejarlo con algo, con todo el respeto del mundo, está inspirado en el espíritu del realismo mágico. Hay una base de costumbres y luego personajes que son totalmente ficción, pero insertados de manera coherente en esa realidad".

Los protagonistas de los textos reunidos en este libro, en los que también destacan dos homosexuales y un niño muy especial, son variados. Unos son más rebeldes con las circunstancias que les ha tocado vivir, otros son más convencionales y otros muy marginales, "porque no han visto otra cosa que su pueblo. Otros están muy indefensos. Los personajes reales tienen un giro mágico que le doy yo". El nexo común de todos ellos es que viven en la posguerra española, una época de hambre, escasez, contrabando y represión.

Matilde Magdalena Coello, narradora oral desde el año 1991, aclaró que "estas historias fueron creadas en principio para ser narradas oralmente. Fueron escritas en el año 1997 y han viajado mucho, incluso a Colombia, pero han sufrido un proceso de revisión y ampliación para ser publicadas".

También reconoció que su intención era reflejar una época. "Soy licenciada en historia y esto es otra manera de hacer historia que me parece muy rica. Quería reflejar una época que queda oculta y desaparece cada vez que se nos muere un mayor".

"Villablanca, dos calles que dan al mar" , libro publicado por Ediciones Aguere, es una recopilación de nueve relatos escritos por la tinerfeña Matilde Magdalena Coello, en los que el imaginario femenino es el eje central de las diversas historias que se cuentan. Las ciento dieciséis páginas que integran la obra recogen vivencias, sentimientos, sufrimientos y sensaciones basadas en testimonios orales recogidos por la autora que luego transformó con la magia de la ficción literaria.