Su estatura es inversamente proporcional a la magnitud que describen sus trucos. Puede, incluso, que el nombre y los apellidos que aparecen en su DNI no les origine ninguna curiosidad, pero detrás de la identidad del barcelonés Antonio Díaz Cascajosa está "El Mago Pop", un ilusionista que promocionó su magia en canales de televisión de 148 países y que el 14 y 15 de enero exhibirá el contenido de "La Gran Ilusión" en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife. "Nunca pensé que este espectáculo tendría una vida tan larga", agradece respecto a una puesta en escena que ha realizado más de un millar de veces. "Es un show que reúne las mejores ilusiones que llevo representando los últimos cuatro años", asegura uno de los referentes de Discovery Chanel.

¿Puede dar alguna pista sobre por dónde se va a mover "La Gran Ilusión"?

Un mago nunca revela sus trucos, pero habrá ilusiones de todo tipo... Desde números que tienen que ver con la habilidad para relacionarme con objetos cotidianos que trae el público a las funciones a grandes ilusiones en las que hay apariciones, desapariciones, transformaciones...

¿Las nuevas tecnologías están haciendo más fácil el oficio a los magos?

Ese es un debate complejo porque en un espacio muy pequeño se mezclan lo fácil y lo difícil... Es evidente que las nuevas tecnologías pueden dar una apariencia mágica a algo que no lo es, pero a pesar de esos avances imparables lo que no va a dejar de sorprender es esa moneda que desaparece entre los dedos de un ilusionista.

¿Y que tiene este universo para seguir "enganchando" a los más curiosos, se lo digo porque los niños cada vez son más listos?

Mi magia es como una película de Pixar, es decir, los padres son los que traen a los niños pero ellos saben que también se lo van a pasar bien... Lo que yo hago está orientado a un público adulto, pero lo disfrutan igualmente los niños. Este mundo no solo tiene que ver con las ilusiones, que por supuesto no pueden faltar nunca, sino con entender lo que vas a ver como un espectáculo en el que tienen que convivir el divertimiento, unas emociones, muchas sorpresas y una gran puesta en escena... Un montón de factores que convierten una función en una película y que es lo que al final hace que el público quiera volver.

Pero "El Mago Pop", por ejemplo, ha encontrado en el mundo de la televisión un gran aliado, ¿no?

El poder de la televisión es inimaginable. Se lo digo yo que he tenido la fortuna de aparecer en una plataforma tan internacional como Discovery Chanel -un canal que se puede sintonizar en unos 180 países-, un escaparate en el que el boca a boca funciona muy bien y la gente te reclama: en el caso de Tenerife se vendieron más de 5.000 entradas en dos o tres días y por eso hacemos otra función.

¿Un televisor no resta encanto?

No crea... El directo es insuperable siempre, pero hay un principio que nunca cambia: la magia está obligada a recordarnos siempre que nada es imposible.

¿Por qué decidió apostar todo su talento a la carta del ilusionismo?

Es una vieja historia ¿Tenemos tiempo o la resumo? (ríe). Cuando solo era un niño me sacaron una moneda de la oreja y la magia ya me ganó para siempre: con cuatro años experimenté una sensación única que aún me dura. Un truco bien hecho es indescifrable y provoca un estado de ánimo en el que se fusionan la admiración y el misterio. Si no está bien pensado lo olvidas antes de volver a casa.

¿Qué habría pasado de no haber existido esa moneda?

No lo sé (silencio)... Pero dediqué toda mi infancia y adolescencia a relacionarme con los objetos para aprender técnicas y, sobre todo, buscar soluciones. Sinceramente, creo que existe un puntito friki a la hora de dedicarle todas las horas del mundo a algo tan absurdo como es buscar lo imposible.

¿Sus referentes están más ligados a los ilusionistas minimalista como el que atrapó su curiosidad a los cuatro años o, en cambio, se decanta por los excesos como los de David Copperfield?

Eso ya son palabras mayores... Confieso que Copperfield es el ilusionista que más me ha marcado, pero además de las grandes ilusiones y los efectos imposibles me gusta la magia de cerca e intima; la magia que tiene que ver con el ensayo y la habilidad. Mi sueño siempre es el más difícil todavía.

¿En qué posición colocaría la tradición de Juan Tamariz?

En la que se merece por ser el ilusionista más importante que ha existido en España. A Tamariz no solamente hay que reconocerle que sea un mago extraordinario y un carisma descomunal en el trato con el público, sino su alta capacidad para ser un estudioso de la magia como muy pocos. ¡Es una leyenda viva del ilusionismo!

A los músicos se les suele cuestionar si la música es necesaria con la que está cayendo durante esta crisis... ¿A los magos le podemos cuestionar si existe algún truco fiable para "despertar" de esta pesadilla económica?

Si no existe aún, por lo menos, habría que inventarlo. No sé si es magia lo que hace falta, aunque sí muchísima ilusión... El simple hecho de recordarnos que nada es imposible nos debería movilizar para salir en su búsqueda. Incluso sabiendo que las cosas que hacemos no son reales, son pocas las personas que se resisten a pensar ¿cómo ha sido capaz de hacer lo que yo estoy viendo?