La consejera de Cultura, María Teresa Lorenzo, asumió ayer los errores que se hayan podido cometer en el desarrollo de la última edición del Festival de Música de Canarias (FIMC) y abogó por realizar una profunda evaluación para así no repetirlos, dar continuidad a la que definió como la cita cultural más importante de cuantas programa el Gobierno de Canarias, al tiempo que anunció la convocatoria de un concurso público para cubrir la plaza de la dirección artística de cara a la próxima cita.

Con ocasión de la comisión parlamentaria celebrada ayer, Lorenzo hizo balance de la XXXIII edición del FIMC, una comparecencia en la que los portavoces de los grupos políticos, excepto los representantes de Coalición Canaria (CC) y Podemos, cuestionaron la gestión y donde la diputada del Partido Popular (PP), Josefa Luzardo, aseguró que su grupo va a solicitar a la Audiencia de Cuentas la fiscalización de gastos.

La consejera justificó el giro dado al modelo del festival ante los "síntomas de agotamiento importantes" que se venían arrastrando en la última década y señaló que se ha convocado a la comisión asesora para hacer balance, rendir cuentas y redactar las bases del concurso público para designar la figura del que será nuevo director o directora artístico.

Lorenzo subrayó que se analizará qué no ha salido bien, con el objetivo de mejorar de cara al futuro y evaluar qué errores se han podido cometer, que "los hay", asumió, para no repetirlos, como el caso de las localizaciones, en la idea de implicar más a las instituciones locales en la designación de los espacios que no han registrado buen aforo de público.

La consejera precisó que la comisión asesora del festival cuenta con nuevos miembros, como los directores de los conservatorios, las asociaciones de profesionales de la música de ambas provincias y los consejeros de Cultura de los cabildos, en el propósito de "reforzar" el órgano encargado de definir y desarrollar las bases de la próxima edición.

Lorenzo insistió en que desde la reflexión será posible diseñar el futuro del festival "y perpetuarlo en el tiempo", puesto que lo considera el principal proyecto cultural del Gobierno de Canarias, y "vamos a contribuir a su continuidad".

Tras reconocer el riesgo que supone cualquier innovación, subrayó la apuesta por incluir más variedad de repertorio en cuanto a épocas y estilos, descentralizar espacios para dar más oportunidades de asistir a conciertos en todas las islas, con precios más reducidos y todo ello en busca de la "rentabilidad social", explicó.

Además, se refirió al hecho de apoyar "y visibilizar" el talento canario. De hecho, el festival se inauguró con "Chamán", una obra del canario Gustavo Trujillo, cuando no se había estrenado un autor isleño desde 2013, precisamente una pieza de Nino Díaz, coordinador de la edición de este año.

La consejera insistió en que los resultados de asistencia han sido positivos, un global de 30.600 espectadores de los que 5.000 acudieron con invitación, 5.345 lo hicieron a conciertos gratuitos y 2.000 se sumaron a las actividades paralelas, si bien señaló que no se dispone de cifras definitivas sobre ingresos por venta de entradas.

En cuanto a la repercusión mediática del festival, la consejera explicó que el amplio debate ha logrado impactos nunca antes conseguidos, con 406 alusiones en medios tradicionales, de ellas un 70% positivas, registro que ascendió al 83% durante la celebración de los conciertos.

María Teresa Lorenzo

consejera de cultura, turismo y deportes

Podemos: campaña de desprestigio

El diputado Juan Márquez, de Podemos, valoró el cambio de modelo con la presencia de bandas y nuevas tendencias musicales, además de lo que ha supuesto en cuanto a "sacar del control del festival a grupos totalmente ajenos a las instituciones y a los que nadie ha pedido organizar" la política cultural. En su opinión, se ha montado una campaña de desprestigio, orquestada desde meses antes al inicio del festival, que ha estado condenado a una crítica muy profunda, circunstancia que apuntó como causa de la deficiente asistencia de público. Se refirió a la necesidad de "abrir el festival, aunque moleste a una minoría", y coincidió con la consejera en que se debe ponderar mejor la elección de los espacios. En respuesta a las críticas del PP cuestionó que cuando se alcanzó "un millón de euros de déficit" no se reflejó en las portadas de los periódicos y acusó a los populares de querer "que traigamos grandes orquestas con el dinero de todos", lo que comparó con la política cultural "tercermundista" de Kazajistán, donde una elite poderosa "compra" música. En cuanto a que el FIMC es muy conocido a nivel internacional desmintió esa afirmación: "Se nos pide un acto de fe" y subrayó que el Gobierno de Canarias no es una productora privada que deba buscar beneficios ni malgastar dinero "para hacer fiestas de cumpleaños en el hotel Santa Catalina".

El PP apunta a un "agujero"

Para la popular Josefa Luzardo, la consejera "vive en otro mundo" y definió como "un desastre" la edición del FIMC, que "ha dilapidado 1,9 millones de euros, el mismo presupuesto que en 2016 pero con un resultado que no tiene nada que ver". A su juicio, se puede haber generado "un agujero" en torno a los 233.000 euros, y cuestionó que la consejera, lejos de reconocer el fracaso, lo justifique. "Si no cambia el rumbo -le espetó- va a conseguir que el festival desaparezca", además de apostillar que la cita musical "ha caído en la desgracia en Lanzarote".

El PSOE responsabiliza a Clavijo

Victoria Hernández, del grupo Socialista, censuró la falta de autocrítica, lamentó la ausencia de críticos internacionales y advirtió a la consejera: "Cuídese muy bien de quien parece que le está haciendo la cama", en alusión al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.

ASG y la vuelta a los orígenes

El diputado Jesús Ramos, de la Agrupación Socialista Gomera, se preguntó por qué se había cambiado "algo que funcionaba bien" y señaló que el festival no ha cumplido las expectativas. Detalló que en La Gomera descendió la asistencia de público, de forma que a un concierto celebrado en Valle Gran Rey acudieron unas 40 personas, la mayoría turistas. "El festival debe volver a sus orígenes sin echar por la borda el trabajo hecho este año".

CC y la atracción de turistas

David de la Hoz, parlamentario del grupo Nacionalista Canario, se sumó a la propuesta del PP sobre auditar las cuentas, "pero las de las 33 ediciones del festival, porque seguramente nos llevaremos sorpresas", precisó, al tiempo que afirmó que el objetivo del FIMC no es el de atraer turistas. En su intervención manifestó que si no se han llenado algunos recintos, tampoco sucede lo mismo en otros escenarios deportivos y culturales, y destacó que "nunca se han escrito tantas notas de un festival sin hablar de música", animando a la consejera a "aprovechar" estos momentos "de revuelo, de crisis y de cambio".