Su formación de corrector se fundamenta en la base del autodidacta y la incursión académica, "no homologada por ningún centro", puntualiza. Lo cierto es que esa contumaz y permanente obsesión por aprender la ha ido materializando, artículos tras artículo, en su blog Lavadora de Textos, un compendio donde con pedagogía y humor orienta sobre los caminos para escribir bien.

El blog recoge alrededor de 170 artículos de los que Ramón Alemán (La Laguna, 1963) ha seleccionado un total de 132 como corpus del libro "La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien", que hoy (19:30) presenta en el centro cultural Conde Duque de Madrid, acompañado por José Antonio Pascual, exvicedirector de la Real Academia Española (RAE) y director del "Nuevo diccionario histórico del español".

Al plantearle su intención a Pascual, le reconoció que su propuesta resultaba doblemente arriesgada. "Por la diferencia de estatura, en el sentido de que se trata de un corrector frente a un académico, y por cuanto el libro contiene críticas duras a la institución". Pero la respuesta de este "guardián" del lenguaje fue que ni la diferencia de estatura era insalvable, ni pasaba nada por ser crítico, porque dijo que él también lo es, concretamente con su diccionario. "Se mostró encantado", asegura.

Los artículos de Lavadora de Textos han servido como recurso pedagógico, tanto para universidades españolas como de Hispanoamérica, además de incorporarse en diferentes libros de enseñanza.

Pero, ¿escribimos tan mal? A su juicio, "el hecho de compartir públicamente un texto, ya sea una noticia, una nota de prensa, una novela o una tesis doctoral debe respetar una especie de protocolo que no se aplica cuando abordamos una conversación en whatsapp o en las redes sociales".

La tarea de corrector que desarrolla Ramón Alemán se centra básicamente en textos de novelas, tesis doctorales y un servicio de asesoramiento lingüístico, Lingua (a través de móvil y por abono), al que ya se ha sumado el Gobierno de Canarias.

En este sentido, subraya que se exige "una serie de reglas que no todo el mundo conoce" y, además, señala como "el autor de un texto arrastra el problema de su cercanía con lo que escribe", circunstancia que no le permite analizarlo con distancia. "Por eso creo que se precisa que otra persona, alejada y con ciertos conocimientos de las reglas ortográficas y de gramática, realice una relectura crítica y objetiva". Y también se da el caso de "quienes escriben mal y conceden tal libertad al corrector que este termina convirtiéndose en coautor del texto".

Lo cierto es que en un ejercicio de autocrítica ha llevado la corrección a sus propios textos, reflejando su cambio de punto de vista. "El caso más claro", explica, "el uso transitivo del verbo cesar". El hecho de que el uso haya vencido a la norma desembocó en que la RAE aceptara su forma transitiva. Y Alemán, fiel, lo ha asumido y ha publicado un artículo, titulado "Cese de hostilidades", donde como corrector se corrige a sí mismo.

El libro "La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien" recopila los artículos que durante seis años ha publicado Ramón Alemán en el blog Lavadora de Textos. La obra, que prologa el ortógrafo José Martínez de Sousa, responde a preguntas muy frecuentes de nuestra lengua: ¿los prefijos se escriben juntos o separados de la palabra a la que acompañan?, ¿cuándo debe usarse la letra cursiva?...