La argentina Marta Minujín, último premio Velázquez, no ha venido a ARCO 2017, pero su obra sí está presente con tres piezas: una escultura de pared realizada con sus famosos colchones de colores, de 2007, y de ese mismo laberinto sensorial psicodélico, dos cuadros de 1985.

Todas las obras de Minujín (Buenos Aires, 1943) están en la galería Henrique Faría. Su representante, Mauro Herlitzka, ha explicado que la artista no ha podido unirse a la delegación de su país porque se encuentra muy concentrada en el trabajo que va a llevar a la próxima edición de la Documenta de Kassel.

Para esa cita está preparando una instalación que reproduce con tuberías de andamio el Partenón de Atenas, en el que va a instalar cien mil libros que hayan sido objeto de censura, una obra que, ha explicado Herlitzzka, es un homenaje a la democracia y se llamará "El Partenón de libros".

Por otra parte, Orly Benzacar, de la mítica y simbólica galería argentina Ruth Benzacar, ha dicho que hoy había sido un día lleno "de emoción" por lo que significa que haya venido el presidente de su país, Mauricio Macri, a inaugurar una edición en la que Argentina es el país invitado.

"Toda la delegación argentina está muy contenta y muy de acuerdo con el trabajo realizado por la comisaria Inés Katzenstein, que "ha logrado presentar un panorama del arte argentino actual con 12 galerías y 23 artistas y dar a conocer la diversidad y la calidad del arte contemporáneo argentino".

Benzacar, desde el año 2008, no venía a Arco -excepto el año pasado, en que fue invitada por los 35 años de la Feria-, pero ha dicho que España ha sido fundamental para el arte argentino y que, después de haber estado en la feria de Basel, no con muy buena suerte, vuelve a Madrid como su "lugar natural".

La galerista ha manifestado que todos los argentinos están vendiendo bien y que la recuperación económica de España ha mejorado su mercado.

Benzecar ha precisado que Juliana Macri, esposa del presidente argentino, se está involucrando mucho y tomando mucho interés por el arte, cosa que ella celebra, porque, al margen de las ideologías, "la cultura crea el valor simbólico de una nación".