Estudió Arte Dramático en la Escuela de Actores de Canarias y es fundadora y directora del grupo DeNarices, una asociación de payasos de hospital y de artistas comprometidos. "Utilizamos el arte como una herramienta terapéutica. Se trata de algo vocacional", dice. También ha impartido talleres para la comunidad sorda y trabaja como profesional en la compañía de teatro Clownbaret.

Sigrid Ojel (Puerto de la Cruz, 1984) reconoce que había participado en algún corto, pero de manera puntual, y que ha sido en el rodaje de "La tribu de las 7 islas", proyecto dirigido por Armando Ravelo, cuando se ha acercado verdaderamente a la realidad que encierra el mundo del cine.

En fase de postproducción, y a la espera de su estreno en el primer semestre del año en la Televisión Canaria, esta cinta se encuadra como un largo de ficción que narra las aventuras de siete aborígenes, procedentes de cada una de las Islas, que viven una aventura en la mítica San Borondón.

Sigrid Ojel es una mezcla, paradigma del mestizaje. Una parte de su familia procede de La Palma y la otra es de Granada. Lo del nombre escandinavo le viene, y así lo explica, "porque mis padres eran unos frikis; les gustaba el cómic del Capitán Trueno".

En la película encarna el papel de Hiurma, una guerrera originaria de La Palma, "introvertida, reflexiva e independiente", que rehúye los grupos. "Pero el hecho de cooperar y trabajar junto al resto de sus compañeros en la isla de San Borondón la condujo a asumir el objetivo común", explica la actriz.

Admite que, en los comienzos, lo del rodaje se le hizo "un poco grande y hasta llegué a plantearme si era o no la persona indicada para representar ese papel". Pero le sirvió entender el hecho de que "los retos están ahí y si finalmente los abordas, gracias al trabajo de un director que establece unas directrices claras y directas, todo resulta más sencillo".

Cuando Armando Ravelo le planteó la posibilidad de participar en la película entendió que, viniendo del mundo del teatro, debía cambiar el código y sostiene que "ha representado un descubrimiento poder acercarme al universo de los antiguos". De pequeña, en el colegio, "me dieron algunas pinceladas sobre el mundo guanche, pero hasta que no tuve contacto con este proyecto no he llegado a conocer realmente todo lo que representa esta cultura".

Y es que el rodaje de la película encierra un aspecto pedagógico y de documentación. "Desde el principio, Armando Ravelo nos puso en contexto y de esta forma me resultó más llevadero entender cuáles eran las claves de la película, su lectura y lo que el director pretendía, además de conocer rasgos de la cultura canaria que hasta entonces desconocía".

El rodaje los llevó a visitar yacimientos y sitios históricos, un ámbito con el que Sigrid Ojel dice sentirse ahora plenamente identificada. "Creo que en nuestro interior habita todo un mundo de sensaciones que nos ayudan a reconocer de dónde venimos".

El argumento de la película, a grandes rasgos, lo describe la actriz a partir de la intención de "asentarnos a nivel cultural, buscar nuestra identidad y defenderla", tal es el papel que encierra la interpretación de cada uno de los personajes que integran el reparto, un grupo de jóvenes como Hiram Vega, Sulay Curbelo, Cristo Quintana, Abián de la Cruz, Jennifer Lima y Paula Garó, con la colaboración especial de Lili Quintana.

La metáfora, unas islas que se unen para formar un archipiélago.

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