De momento, la pieza más cara de ARCO, un móvil de Calder, "The red base", de 2,5 millones de euros, sigue sin venderse "aunque tiene interesados", pero hoy era una de las obras más fotografiadas por los muchos visitantes, que han sustituido la chequera de los coleccionistas por los móviles y los selfis.

"Hoy se están viendo más las obras de arte a través de los móviles que con los ojos", comentaba una de las responsables de la galería Mayoral, de Barcelona, donde está la obra de Calder, que seguramente se venderá pero fuera de la feria y con más tiempo, "porque sí que hay interesados", precisa Jordi Mayoral, el dueño de la galería.

Este sábado los pasillos de los pabellones 7 y 9 de Ifema, donde se desarrolla la 36 edición de ARCO, con Argentina como país invitado, se han llenado de visitantes.

Un grupo de personas de mediana edad bromeaba con la posibilidad de que el camarero que pasea con un carrito vendiendo copas de champán fuera una instalación y hubiera que hacerle una fotografía, y otros se agolpaban para fotografiar la "performance" del cantautor Albert Pla con los artistas del dúo argentino Mondongo en la galería argentina Barro.

Al lado, el montaje de la argentina Nicola Costantino sobre "El jardín de las delicias", del Bosco, era otra de las obras más concurridas y fotografiadas.

Hoy ARCO se ha llenado de visitantes, porque la Feria de Arte Contemporáneo, a pesar del precio de entrada, 40 euros, 20 en el caso de los estudiantes, es todo un acontecimiento cultural y social.

Por ella han pasado el arquitecto Norman Foster y su esposa, Elena Ochoa; el exministro de Cultura César Antonio Molina, el filósofo Javier Gomá; Mar Flores, Eugenia Silva, Alfonso de Borbón y Jaime de Marichalar, entre otros.

Mientras que los coleccionistas privados -los más destacados en esta edición son los que proceden de América Latina como los mecenas argentinos Eduardo Costantini o Juan Vergez- ya han hecho sus compras, aunque las galerías argentinas no son muy dadas a dar precios.

También se sabe que la Fundación ARCO ha adquirido diez nuevas piezas por valor de 146.000 euros, que se suman a las más de trescientas obras de la Colección Fundación ARCO. Y que el Museo Reina Sofía ha comprado dieciocho obras de once artistas por un valor global de 389.200 euros, con trabajos de creadores como Eloy Laguardia y Mathias Goeritz, Mladen Stilinovic o Ferran García Sevilla, entre otros.

La galerista argentina Nora Fisch comenta que la mayor parte de las ventas las hicieron "el primer y el segundo día" y "después ya nada".

Aunque también se producen compras posteriores, como es el caso del óleo azul cobalto sobre aluminio de la artista española Ángela de la Cruz, en la galería Helga de Alvear, por 44.000 euros. Se trata de un cuadro que deja constancia de la señal que hizo la autora al pasar por encima de él con su silla de ruedas.

Ángela de la Cruz es una de la artistas más presentes en ARCO, porque también tiene otra tres piezas en las galerías Lisson, Krinzinger y Thomas Schülte.

Otra de las presencias múltiples en la Feria es la del pintor argentino de ascendencia francesa Julio Le Parc, que está en la sección Diálogos y en Arts Libris, dedicada a los libros contemporáneos de artistas y que este año tiene un protagonismo especial en ARCO.

En esta sección, por donde hoy se ha pasado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en visita privada, Le Parc es autor de uno de los bellos libros de artista que se presentan en esta área, donde el visitante puede encontrar joyas desde 100 hasta 10.000 euros en publicaciones de arte, fotolibros, libros de artista y algunas ediciones especiales en diferentes formatos.

Por ejemplo, una edición del libro del escultor Henry Moore con poemas de Auden por 6.000 euros, en el estand español de archeles/concha ortega.