Hay estilos de decoración que son de gusto común donde todos nos sentimos como en casa. Existen otros que son muy especiales, para personas con un carácter muy propio. Esto sucede con la decoración de inspiración. El estilo que se desarrolló durante los años setenta, que se retoma en los años ochenta, tiene cierto regusto industrial. Hoy se lleva a cualquier tipo de estancia para quien esté dispuesto a disfrutar de una decoración más bien fría y muy personal.

Arquitectos relevantes hacen uso de este concepto para ser llevados posteriormente a elementos decorativos que muestran la pasión por la tecnología condicionada, mucho más que en cualquier otro estilo, por el contenedor. Los elementos estructurales como vigas, tuberías o conductos quedan a la vista llegando a ser piezas principales en la ambientación y decoración de cualquier tipo de espacio tanto de trabajo, restauración o incluso hogares.

Este concepto lleva a huir de cualquier elemento artesanal. Los objetos necesarios no dan cabida a elementos que tengan una función puramente ornamental. Las decoraciones estrictamente industriales hoy se mezclan con la tendencia a las ambientaciones eclécticas en locales, normalmente de restauración, con una estructura principalmente fría vestidos con mucha vegetación para arropar a los clientes. Las vajillas que usan suelen ser lisas y de materiales toscos, tal vez cerámicas sin pulir y de colores fuertes e indefinidos. En cuberterías apuestan por líneas rectas y en textil normalmente por colores neutros desde los piedras hasta los blancos, haciendo un guiño a los metales con el gris. Es curioso porque teniendo unas bases tan serias la mezcla con cristalerías repujadas y brocadas suele ser una de las que más funcionan, sin teñir el vidrio. En este tipo de establecimientos los logotipos suelen ser serenos y muy limpios.

Cuando partes de los materiales más interesantes del estilo industrial, sin duda priman todos aquellos que son artificiales como el metal, cristal o plástico, siendo el acero el elemento principal, llevados también al mobiliario -estanterías, sillas, mesas,...- en todas sus versiones (pulido, brillante o mate). Los elementos naturales como la madera no tienen cabida, por ello que los revestimientos de los suelos suelen ser de hormigón y en ocasiones de vinilo o moqueta.

Entre las bases principales de cualquier tipo de espacio sin duda la iluminación es un factor fundamental, en este las estancias tan abiertas y luminosas contrarrestan la frialdad, y el uso de lámparas importantes y protagonistas es un valor añadido, que permite colarse entre los paneles de cristal, celosías metálicas o cortinas sencillas que sustituyen a las separaciones tradicionales como los tabiques.

Las piezas diseñadas por Le Corbusier, como el sillón Grand Confort (1929), siempre fueron admiradas, posteriormente compatibles con los que componían la colección "Nomos" que idea Norman Foster. El mobiliario suele ser de materiales sintéticos en negro que dejan a la vista una estructura cromada. La silla Seconda de Mario Botta con trazos gráficos y geométricos o la lámpara Tizio de Richard Zapper también son protagonistas adaptándose a cualquier rincón.

El aspecto futurista que se obtiene con este tipo de objetos se complementa con elementos que toman una función muy distinta a la que han tenido en el momento en el que se crean. Por ejemplo los vasos de laboratorio pueden hacer de vinagreras, o las tuberías de PVC de toalleros incluso candelabros, las llantas de coche mesitas de noche, y así un sinfín de posibilidades. En tejidos los más coherentes -nunca estampados- son el nailon y la lona, y en contadas ocasiones el lino, habitualmente en colores primarios y neutros (beige, blancos o grises).

Tal vez es más habitual que encontremos este tipo de decoración en espacios de trabajo abiertos o locales al público que en viviendas, sin embargo quien se decanta por él para sus hogares usará sábanas y toallas en tonos sólidos y diseños geométricos, sus sillones tendrán los cojines imprescindibles, lo mismo que sucederá con las almohadas que coronen las camas. Mientras que a la hora de cubrir las ventanas las persianas son la opción más lógica aunque las cortinas sobrias y sencillas son una posibilidad.

Los amantes del estilo más tecnológico para la decoración suelen ser admiradores del diseño y las obras de arte. En las habitaciones veremos pinturas de gran formato abstractas y sin marco, o fotografías en blanco y negro de importantes dimensiones, las esculturas serán de hierro o acero y muy modernas.

Parece que la frialdad se adueña de los espacios más solicitados con la calidez de la iluminación, logrando, con algunas pinceladas, que todos nos sintamos como en casa.