El artista tinerfeño Marco Alom (Los Gigantes, 1986) posee una imaginación desbordante que ha sabido utilizar para construir un imaginario propio muy presente en sus dibujos fantásticos. Acaba de participar con mucho éxito en la neófita feria Hybrid de Madrid, de la mano de la galería Artizar de La Laguna, evento desarrollado del 24 al 26 de febrero en el hotel Petit Palace Santa Bárbara.

Este joven licenciado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, que reside en El Hierro, presentó una veintena de obras en el espacio que le asignaron, la suite 109, donde desplegó tres dibujos de gran formato, además de varios medianos y una decena de pequeños. Todas las piezas fueron realizadas con bolígrafo y los fondos con acuarela y pintura.

Una de las láminas que más llamó la atención fue su versión de la Torre de Babel, repleta de mil detalles, una verdadera filigrana que demuestra su virtuosismo. Otra de las obras, "Fosa", representa una fosa común, un enterramiento colectivo basado en la visión del artista de una excavación arqueológica. Y la tercera de gran formato es una interpretación del mito de Adán y Eva al estilo de un cuadro flamenco.

"Hago guiños, versiones propias de la temática de la historia del arte europeo, de los temas clásicos, de temas bíblicos y mitológicos, pero los compongo como si fuera un collage de elementos que me llaman la atención. Después había grabados, láminas de paisajes antiguos de Madrid o Valencia, en las que intervengo con animales, criaturas fantásticas y plantas en medio de la escena. Son representaciones de las láminas de los naturalistas del siglo XVIII. La última parte de la colección eran pequeños dibujos que son apuntes de seres fantásticos".

La obra de Alom, que ha causado buenas sensaciones en los cientos de personas que contemplaron su colección, tiene una especial inclinación a crear seres con elementos cotidianos que se le cruzan en la vida. "Uso mucho la fauna canaria para componer las imágenes y también las plantas. Me gusta ese mundo y entonces voy fusionando, lo deconstruyo. Por ejemplo, hay un tamboril deconstruido como si fuera una espiral de la que salen helechos. Son imágenes barrocas, como si fuera un bodegón compuesto por la fusión de esos animales", matizó.

El imaginario que puebla los dibujos de este ser obsesionado con la representación clásica está repleto de miembros de la fauna local, de esos animales que ha visto en su entorno desde la niñez y se convierten en personajes de sus obras. Los perenquenes, lagartos, pescados y otros animales marinos, como los cangrejos, centollos o los pulpos son algunos de los protagonistas de esas fusiones de formas que dan como resultado una verdadera pléyade de seres fantásticos nacidos en Canarias.