El Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane vivió ayer uno de los momentos más felices de su historia, que ya cumple una década, con el recibimiento de la magnífica colección de restos donados por Domingo Acosta Felipe, que han sido depositados en el centro para su estudio, catalogación, custodia y exhibición pública.

Este acontecimiento cultural contó con la presencia del presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana; el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, que ha gestionado la cesión; el doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna y jefe de la Sección de Patrimonio Histórico y Arqueológico del Cabildo de La Palma, Jorge Pais, y el propio Domingo Acosta.

Los vestigios arqueológicos atesorados por este coleccionista privado palmero durante más de dos décadas en su domicilio de La Laguna ascienden a más de dos mil piezas, algunas minúsculas, entre fragmentos de cerámica, utensilios fabricados de basalto, obsidiana y silex para realizar tareas cotidianas, además de restos óseos, como punzones, cuentas de collar, colgantes, tubos óseos y otros materiales cuyo análisis puede arrojar nuevos datos sobre las costumbres y vida de los primitivos habitantes de La Palma.

La gran mayoría de los restos reunidos proceden del yacimiento denominado Cueva Chica, en Puntallana, además de otros procedentes de Tijarafe, Fuencaliente, El Paso, Villa de Mazo, Santa Cruz de La Palma, Breña Alta, San Andrés y Sauces y Los Llanos.

El arqueólogo Jorge Pais, al que le une una cierta amistad con Acosta, con quien realizó varios descubrimientos arqueológicos en La Palma en los años 80, comentó que "los estudios que se van a realizar de la colección van a cambiar, seguramente, algunos aspectos de lo que conocemos sobre la prehistoria de los benahoaritas, porque es un yacimiento (Cueva Chica) de una riqueza extraordinaria. En total se pueden pegar y reconstruir con los fragmentos de cerámica cerca de un centenar de vasijas, algunas de ellas prácticamente enteras. Eso no se había encontrado en ningún yacimiento de la Isla".

Pais, que se mostró impresionado por el valor científico del legado cedido por Acosta, aclaró que la clasificación de la tipología de la cerámica de La Palma data de hace unos treinta años, de 1986. "Se va a hacer una revisión y seguramente se van a aportar muchísimos más datos de los que conocemos hasta ahora".

El arqueólogo palmero remarcó que Acosta no tiene nada que ver con los expoliadores, opinión compartida por Miguel Clavijo, porque, entre otras cosas, "nos ha enseñado que una cueva de habitación puede aportar muchísima información que hasta ahora aquí, en La Palma, no hemos visto simplemente porque no se ha excavado ningún yacimiento completo, sino en zonas parciales que luego se han abandonado y no se han vuelto a investigar".

El origen de la colección data de hace más de cincuenta años, al igual que su afición por la arqueología. Su padre trabajó en la Sociedad La Cosmológica de La Palma y ya desde niño tuvo contacto con la arqueología.

Con doce años empezó a recopilar materiales en su isla natal, que depositaba en La Cosmológica, entregaba a la OJE y a la Universidad de La Laguna. Era la época de aquel programa de TVE "Misión rescate", en el que se invitaba a los escolares a jugar a ser arqueólogos. Él perteneció a aquella generación, aunque él colaboró con arqueólogos en sus investigaciones, como Cuscoy, Navarro o Pais, descubrió yacimientos desconocidos entonces y guardó esas "reliquias" hasta que llegaran tiempos mejores, porque algunos de lo que entregó desaparecieron para siempre.

Jorge

Pais

doctor en prehistoria por la ULL