El Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) concluyó hoy con un recuerdo a la activista ambiental hondureña Berta Cáceres y con la bienvenida a Cataluña como invitada de honor para la próxima edición.

Katia Lara, directora del cortometraje "Berta vive", que cuenta la historia de la activista asesinada en 2016 por defender las tierras de Honduras de los megaproyectos hidroeléctricos, llamó a que se haga justicia en el caso.

"Exigimos el cierre del proyecto hidroeléctrico ''Agua Zarca'' en territorio hondureño y de todos los proyectos extractivos trasnacionales implantados en América Latina y en el mundo en contra de las decisiones de los pueblos originarios que no han sido consultados", enfatizó la realizadora.

El cortometraje documental recibió una mención especial por el jurado de la sección iberoamericana, cuyo primer lugar se lo llevó el filme peruano "Aya", de Francesca Canepa.

Lara afirmó que el trabajo ayudará a que se hable de este asesinato pues es un tema del que la gente necesita saber, para luego concluir con el grito "¡Berta vive!".

La ceremonia de clausura tuvo mensajes alusivos a los problemas políticos por los que atraviesan algunos países de Latinoamérica.

Everardo González, director de "La libertad del diablo", documental ganador de tres premios en la sección oficial, llamó a no olvidar a los 30.000 desaparecidos y los más de 150.000 civiles asesinados en México en el contexto de la guerra contra el narcotráfico.

"No se nos olvide que esto está pasando en México", dijo el documentalista, y animó a hacer algo para que este problema pare.

González fue galardonado por un filme en el que aborda el fenómeno de la violencia en México desde el miedo de sus protagonistas.

Durante el cierre del FICG fueron entregados once premios "Mayahuel" a lo mejor del cine iberoamericano en las categorías de largometraje y cortometraje de ficción y documental, así como seis premios "Mezcal" a las películas mexicanas.

El largometraje cubano "Santa y Andrés", dirigido por Carlos Lechuga, obtuvo cinco de los premios más importantes de la sección oficial, entre ellos los de mejor largometraje iberoamericano de ficción y mejor guión.

La edición 32 del FICG, que tuvo a Alemania como invitada de honor, exhibió 250 películas en diez secciones diferentes, además de las recientes producciones mexicanas e iberoamericanas en competencia.

Alemania pasó la estafeta a Cataluña, comunidad autónoma de España que será la invitada para la edición 33 del Festival en 2018.

El estreno mundial de la comedia "Sabates grosses" (Cuanto más grande, mejor), del director español Ventura Pons, sirvió como anticipo a la participación que la industria cinematográfica catalana tendrá en México, un país que siempre acogió a los españoles durante la dictadura de Francisco Franco, afirmó Pons.

Manuel Forcano, director del Instituto Ramón Llull, reveló que desde hace dos años el Gobierno catalán había buscado participar en este festival con la intención de mostrar el cine "valiente y con energía" que se hace en esa región española.

Forcano invitó a los mexicanos a sumergirse en 2018 en una gran variedad de películas "de grandes directores", con "todo tipo de géneros" y temáticas. "Viva México, Visca Catalunya", exclamó.

Durante nueve días asistieron al festival más de 123.000 espectadores, se negociaron los derechos para 800 títulos iberoamericanos y se contó con la presencia de 904 empresarios de la industria cinematográfica.