"Me extraña que no haya caído esta pared con tanta tontería escrita", escribió un romano en Pompeya hace ya más de dos mil años en uno de los más de diez mil grafitis registrados en la famosa ciudad que fue sepultada por el volcán Vesubio en el año 79 de nuestra era.

Miguel Rodríguez-Pantoja, doctor en Filología Clásica por la Universidad de Sevilla y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es experto en traducir estos textos anónimos que abundan en numerosas ciudades que pertenecieron al imperio romano.

Este especialista inaugurará mañana, viernes, el V Ciclo de Clásicas Tertulias, en la Sala de Cristal del antiguo convento de Santo Domingo de La Laguna, a las 20:30 horas, donde hablará en concreto sobre los "Grafitis amorosos en el imperio romano".

Esta iniciativa, coordinada por Jorge García Hernández y organizada por la sección canaria de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, con la colaboración de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, servirá para conocer muchas de aquellas "pintadas" que perduran en el tiempo y en ocasiones no difieren mucho con las que se escriben en la actualidad.

Este medio de expresión en la Roma antigua, escrito o grabado sobre paredes o columnas con diferentes medios técnicos, algunos complementados con dibujos y garabatos, se utilizaban con gran variedad de objetivos, desde saludos personales, religiosos, promociones comerciales, publicidad de establecimientos, insultos, campañas electorales, mensajes amorosos o sexuales, hasta citas de autores clásicos, entre otros mensajes, anónimos la mayoría.

"Lo que voy a plantear es como una especie de paseo por una ciudad cualquiera de la antigua Roma, donde la gente tenía como único medio de expresión las paredes, obviamente como una especie de tuiteo donde cada uno decía lo que le parecía bien. Hay muchas cosas sorprendentes, incluso en verso", explicó Rodríguez, quien disertará auxiliado con la proyección de imágenes que corroborarán sus palabras.

Según este profundo conocedor del latín, su discurso incidirá sobre todo en los grafitos de temática amorosa y erótico-sexual, muchos de los cuales son muy simples porque se utilizan cuatro verbos, otros en cambio son más elaborados.

"En el fondo es el reflejo del mundo cultural en las paredes de una ciudad como puede ser Pompeya. Todo depende del ámbito donde se escribieron, generalmente donde había gente, una basílica o cerca de un lupanar... Desde el típico, aquí estuvo fulanito, hasta el que reza fulanito se lo hizo con menganita, entre otros muchos. El tema puede ir subiendo de tono".

Está claro que el mundo de los grafiti en Roma reflejaba el nivel cultural del que los escribía, que también sabía leer lógicamente. "Hay algunos muy ingeniosos en la forma de expresarlos. Podemos terminar con algunos poetas de los que solo conocemos sus versos pintados en la pared. Son más elaborados, incluso con referencias a autores clásicos. La verdad es que pretendo que quede el pálpito de la vida en Roma y el tema amoroso es fundamental".

Un dato curioso que adelantó, el conferenciante, es que han aparecido algunos grafitos escritos sobre tiestos y vasijas. También indicó que la mayor parte de los textos que analizará fueron descubiertos en Pompeya, donde mejor se han conservado, además de en Roma, Gerona y Cádiz.