Desde el corazón, ese impulso primario, entendiendo el arte como una necesidad vital y desprovisto de protagonismos, el artista Matías Mata, reconocible por la firma Sabotaje al Montaje -tal es el lema que ha venido sosteniendo frente al sistema-, ha querido rendir su particular homenaje a la enorme figura del intelectual Juan Hidalgo, Premio Nacional de Artes Plásticas 2016 y un referente cercano, "todo un orgullo", asiente.

"Sin duda, un personaje digno de retratar", dice con ese fondo claro de una voz que desprende sincera veneración al maestro, al genio, a la persona... "Se lo merece tres veces", subraya sobre la condición de un hombre a quien se acercó siendo estudiante, durante su etapa formativa en Cuenca. "Ya iba siendo hora", sentencia entre pausas.

En un creador como Matías Mata, los procesos de ejecución encierran quizá más importancia que el propio resultado final. En este caso, de forma paradójica y como un interrogante abierto -desde la esencia última del "arte efímero" que representa un grafiti-, el personaje salta a la vista y en su quietud anhela permanecer sobre el esqueleto de un muro solitario, junto al Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife, un testigo más del olvido, soporte que Matías abordó "sin permiso" y ahora luce coloreado, elemento distintivo de una trama urbana abandonada.

Ciertamente, en su ya nutrido "catálogo" de piezas figuran los retratos, "ya sea de personas ligadas a mí por lo familiar, como también de amigos", pero en esta ocasión el trazo es diferente, más hondo.

Vaya por delante que no se trata de una obra por encargo, que no existe afán crematístico alguno; en este mural subyace un sincero disfrute: el arte por el arte.

"Lo realicé de manera bastante rápida", explica el artista, aprovechando la mañana para de esta forma acomodarse a la complicidad de la sombra proyectada sobre el espacio. Y fue así como entre el viernes y el sábado pasados, -¿un guiño al mito de la resurrección?-, en la soledad de una ciudad inmersa en la "pasión" de la Semana Santa, se aplicó entre unas seis a siete horas diarias en la realización del mural. "No alcanzaba la parte alta del muro y tuve que subirme a una escalera para rematarlo".

Así, aunque sin título, Matías Mata ya ha bautizado este retrato en su cuenta de Facebook bajo el nombre "Transparencias del ser", frase que indaga en el alma, el carácter antropológico del ser humano que encierra un retrato, la mirada que habla, las arrugas... Ese aire reflexivo, de pensador...

"Que la historia no se olvide y se abran los debates artísticos", proclama este artista urbano, más si cabe en una sociedad dormida, anestesiada. Y es que acaso esta obra obligue a detenerse en la mirada transparente y el tiempo de Juan Hidalgo.

Matías Mata

artista

Un "catálogo" abierto

Desde 1998, Matías Mata, Sabotaje al Montaje, realiza proyectos y participa en eventos a nivel nacional e internacional. Licenciado en Bellas Artes por la ULL desarrolla y experimenta el grafiti mural de gran formato logrando un premio en el Primer Concurso Internacional de Artes Urbanas Artaq festival París & Berlín en 2010. Invitado a festivales internacionales su firma figura en países como Senegal, Francia, Italia, Berlín, Londres, Argentina y Barcelona, Madrid, San Sebastián, Valladolid, Asturias, Sevilla, Valencia y en espacios de Canarias. Su trabajo también se ha mostrado en museos de arte contemporáneos, como la Fachada del Centro Atlántico de Arte Moderno ( CAAM ).