La poesía permite a Alejandro Krawietz indagar en esas relaciones sencillas que establece con el mundo de forma voluntaria, con lo celeste, con la caída de la tarde, con una nube, un cielo o un árbol, con la orilla o la isla, la muerte, la vida o el amor, entre otros elementos presentes en su entorno que le llaman la atención y le causan una serie de sensaciones que vuelca en los versos y reflexiones poéticas que configuran su particular universo literario.

"Siempre he mantenido ese diálogo con el lenguaje, con el territorio y sus habitantes, con esos seres humanos que habitan esos espacios", confirmó el poeta tinerfeño Alejandro Krawietz (1970), quien hoy presenta su nuevo poemario inédito, "Para un dios diurno", dentro un volumen que recoge sus anteriores libros, algunos de ellos agotados.

Esta obra es una recopilación de veinte años de su poesía, que se dará a conocer esta tarde, a partir de las 19:00 horas, en el TEA de Santa Cruz, donde intervendrá junto a los también poetas Francisco León, Miguel Martinón y Leopoldo Santos. La entrada será libre.

Este escritor, crítico de arte y literatura, además de gestor cultural y director del Festival MiradasDoc de Guía de Isora, considera que la poesía es "una especie de diálogo con el territorio, con la mirada, con la parte visible del mundo y en esa mirada se produce un diálogo entre el lector, quien escribe, el lenguaje y el mundo. La poesía me interesa como una especie de pulsación de la realidad que se hace desde el lenguaje, que amplía esa realidad, porque las construcciones del lenguaje siempre han formado parte de lo real".

Krawietz parte de la base de que el mundo de la lírica ofrece muchas posibilidades a la imaginación y a la creación de realidades en las que también intervienen lo simbólico y lo mitológico. "Se ofrece una lectura de la imaginación material. Cuando estás delante del mar o de una montaña y tratas de traducir eso en lenguaje, la propia fuerza del lenguaje te lleva a construir una imagen que trasciende lo real y se convierte en una cosa distinta en la que se empiezan a ver otros elementos, una vibración de la realidad. Eso es a lo que yo quisiera llegar. En ese sentido, la mirada va hacia el territorio".

Hace ya muchos años que este reconocido escritor comprobó que la poesía era una forma de conocimiento, de comprender la realidad desde una perspectiva amplia porque se establece un prolífico diálogo con el lenguaje y el mundo. El sentido poético también puede estar presente en otros lenguajes, como el cine o el teatro, medios que permiten al ser humano contar cosas que está viendo pero no sabe cómo decirlas.

Con un lenguaje sencillo y simple, Krawietz mezcla en su obra música, imagen y concepto. Le interesa incorporar la métrica porque le permite estructurar el lenguaje alrededor de unos ritmos determinados. También le atrae la prosa porque le facilita la incorporación de la imagen, aseguró este autor, que aspira a ser un gran lector y a seguir tejiendo una poesía en la que cree y que proporciona sentido a su existencia.

Alejandro

Krawietz

poeta, crítico de arte y literatura y gestor cultural

"Para un dios diurno" , publicado por Ediciones Idea, es el título del nuevo poemario de Krawietz, además de incluir sus anteriores obras:"La mirada y las támaras", "Memoria de la luz" y "En la orilla del aire".