La pintura titulada "Arcángel San Rafael", un anónimo canario del siglo XVIII, que acaba de ser restaurada, es el eje central de la exposición ""Pintura religiosa en las colecciones del Museo de Bellas Artes", que se inauguró ayer en la pinacoteca municipal de Santa Cruz.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de mayo, está conformada por una decena de pinturas, seis grabados flamencos, una escultura, una biblia y un cuadro con escapularios de diversas devociones.

Entre las obras seleccionadas también se encuentran el tríptico Nava Grimón, de Pieter Coecke y taller; "Expulsión de los mercaderes del templo", de Juan de Miranda (1723-1805); "La conversión de San Pablo", y anónimo flamenco del siglo XVI, que es un depósito del Museo del Prado.

Asimismo, se exhiben "Muerte de la Virgen", anónimo del siglo XVIII; "Inmaculada de la familia Lercaro Justiniani", de Gaspar de Quevedo (1616-hacia 1670); "Inmaculada Concepción", de Eugenio Cajés (1574- 1634); "San Agustín", anónimo hispanoamericano del siglo XVIII ,y la "Biblia Borcht", que fue editada en Ámsterdan en el año 1613.

La colección "Pintura religiosa en las colecciones del Museo de Bellas Artes" presenta la obra "Arcángel San Rafael" como un ejemplo en el que confluyen una serie de ideas que explican los procesos artísticos de los siglos XVII y XVIII en Canarias.

Por un lado, el hecho de ser una obra de taller en la que se puede observar la autoría compartida, por otro, se observa cómo muchos de los autores fundamentaron su trabajo en el estudio de otras obras gráficas tanto en cuanto a publicaciones como a grabados se refiere.

De esta forma se explica la representación de arquitecturas clásicas tal y como vemos en las obras de Miranda y en el anónimo de San Rafael.