El hispanista Ian Gibson ha afirmado hoy que "la gran asignatura pendiente" de la España actual respecto a la historia son "las cunetas del franquismo" y ha apelado a la magnanimidad de la derecha para que acabe lo que considera "una vergüenza".

En declaraciones a los periodistas antes de participar en la Feria del Libro de Valladolid para presentar su última obra "Aventuras ibéricas. Recorridos, reflexiones e irreverencias", publicada por Ediciones B, Gibson ha criticado que aún hoy queden enterradas en las cunetas "100.000 víctimas de la dictadura".

El escritor irlandés (Dublín, 1939) ha apelado a su adquirida nacionalidad española para reivindicar su punto de vista sobre la memoria histórica en España: "No soy un hispanista de los que vienen y van", ha argumentado, convencido de que en este país debe acometerse un proceso similar al realizado en países como Alemania para superar los errores del pasado.

Por esta razón, ha considerado que "sólo falta que la derecha sea más magnánime" respecto a los procesos de recuperación de cadáveres de represaliados de la Guerra Civil y la dictadura.

Preguntado por su nueva obra, Gibson ha exteriorizado su "sueño" de que algún día pueda constituirse la "gran república federal ibérica", integrada por España y Portugal, ya que ha considerado "increíble" el aislamiento que existe entre ambos países, lo que ha ejemplificado con las dificultades para viajar entre las dos capitales y la anécdota de que Lisboa no aparezca en los mapas del tiempo de España.

Sobre las "aventuras ibéricas" que retrata en primera persona en su nueva obra, el escritor irlandés ha destacado la mezcla de paisajes y paisanaje que ha querido incluir y, como lugares para perderse, ha elegido el Generalife de Granada por su vinculación con Federico García Lorca y el Cabo de Creus por su recuerdo hacia Salvador Dalí.

Pero no todo son parabienes porque Gibson observa con horror el "ruido intenso en los bares" y esa "tendencia a no escuchar al prójimo" y a "interrumpir" que complica las relaciones personales, pero que también ve extendida al ámbito político.

"Dialogar más y gritar un poco menos", ha recomendado Gibson justo antes de acceder al teatro Zorrilla de Valladolid, cuyo patio de butacas casi se ha llenado para conocer los entresijos de esta publicación.