El reconocido actor y dramaturgo andaluz Rafael Álvarez "El Brujo" (Lucena. Córdoba, 1950) vuelve hoy a Tenerife, en concreto al auditorio Teobaldo Power de La Orotava, para poner en escena el montaje "Los misterios del Quijote", a las 21:00 horas, dentro de las II Jornadas Cervantinas. Este veterano comediante y juglar propone su visión del "Quijote", obra que ha analizado en profundidad. La entrada costará 12 euros.

¿Qué misterios del "Quijote" ha descubierto y comparte en su obra con el público?

El título hace alusión a aquellos aspectos exotéricos que están ahí velados en la narración de Cervantes. Las alusiones a libros que en aquella época circulaban de una manera secreta y tienen que ver con las ideas teológicas, religiosas, místicas..., la esencia espiritual del "Quijote". Una serie de capítulos en los que se habla de episodios que reflejan ese conocimiento y esa tradición oculta en el "Quijote" que tienen que ver con la cábala, con el hermetismo, con los viajes de Cervantes por Andalucía y los conflictos que tuvo con la iglesia y las cosas que escuchó en los caminos en la tradición oral. También sus viajes a Italia.

¿Entonces refleja la cara oscura del "Quijote"?

La parte luminosa diría yo. Si dice oscura en el sentido de oculta sí. Es uno de los aspectos más profundos del "Quijote" y no desconocido. Han muchos estudiosos que han ahondado en esa parte del "Quijote". Américo Castro escribió el libro "Cervantes y los casticismos españoles", donde entra en esta valoración y dice que "El Quijote" es la Biblia laica del pensamiento teológico español, que estaba oculto y que tenía que ser así porque La Inquisición no permitía un pensamiento libre en relación con el tema religioso, pero el tema religioso y el político en aquella época era lo mismo.

¿Cómo define la técnica que utiliza usted en escena?

Yo trabajo en solitario. Son monólogos humorísticos basados en las técnicas de los juglares, en las técnicas orales y en la de los "showman" de la comedia, del humor, pero con un contenido poético que se manifiesta en momentos determinados con un cuidado de la luz y del texto que está más cercano al teatro que al show de pista.

Usted escribe los textos que representa, luego ¿usted se lo guisa y usted se lo come?

Si, pero tampoco es una cosa extraña. Lo que tengo que decir lo digo mejor solo, porque para contar con más actores tendría que contar con otro género, otro juego..., y ese otro juego con más actores ya no es el que a mi me sirve para hacer lo que yo hago y vengo haciéndolo con comodidad y sin problemas desde hace muchos años.

¿Por qué le atraen los textos clásicos, qué valores defiende?

Me atraen los textos clásicos porque ellos ya defienden los valores esenciales del humanismo, la cultura clásica de la espiritualidad profunda, no dogmática sino abierta, plural, que indaga y siempre busca el sentido, y que parte del ideal de que el hombre es un misterio. El primer misterio que tenemos que desvelar cada uno de nosotros es nuestro propio interior. Eso es una constante en los grandes clásicos, de "La Odisea" a "El Quijote" y en la obra de Shakespeare.

¿Tienen vigencia esos valores?

Son los valores reales, los que no pasan nunca de moda, ni pasarán porque la realidad está al margen del tiempo. El tiempo pasa, pero lo que tiene un verdadero valor no pasará nunca. Ya lo dijo Jesucristo: mis palabras no pasarán.

¿Se considera usted más Quijote que Sancho Panza, o ambos?

Sería una mezcla de ambos. Es lo que ocurre al final en la novela. Don Quijote va tomando cosas de Sancho y viceversa. Eso es porque la realidad de las cosas no es ni blanca ni negra absolutamente, ni siquiera gris. Hay siempre un horizonte que es la síntesis. Nunca aparece un resultado, pero siempre hay un horizonte que está más allá de lo blanco y de lo negro. Eso de "esto es así o es asao" es más bien del dogmatismo. El dogmatismo siempre presenta una visión de la realidad muy parcializada, fragmentaria y falsa. El problema de la política es que es dogmática. Los políticos son todos dogmáticos, verás a muy pocos capaces de admitir que tienen equivocaciones y que los adversarios tienen aciertos, síntoma claro del dogmatismo.

¿Incluye referencias a la actualidad?

Hay referencias a la actualidad para que la gente entre en el espectáculo, sobre todo para los que no han leído "El Quijote". Hay que utilizar ganchos de cosas que le sirvan de referencia al público porque le resultan conocidas. De ahí la inclusión de temas de actualidad.

¿Qué tipo de personajes le atraen para representar en sus montajes?

Me atraen esos personajes de la literatura clásica que tienen esa mezcla de realismo y simbolismo. Me gustan los personajes clásicos por esa capacidad que tienen de llegar a capas de la mente humana que no son las habituales, que están subconscientes, que están ahí abajo. Esa fuerza de personajes como Hamlet, los de las obras de Shakespeare. Esos personajes de siempre, del clasicismo, del valor de lo que siempre tiene fuerza.