Tanto Leonor Watling como Alejandro Pelayo creen que en Marlango mandan las canciones, que conciertos como el que van a ofrecer mañana en La Laguna son un intercambio de sentimientos que mantienen vivo un proyecto que está a punto de cumplir 15 años, que hay que dejarse llevar para disfrutar el momento sin presiones... Horas antes de regresa a Aguere, la actriz y cantante madrileña repasa el momento que vive un dúo que desprende talento "Es muy raro encontrar una pareja creativa con la que sigas teniendo cosas con las que sorprender al público", asegura Leonor después de almacenar más de 1.500 actuaciones y 80 temas.

El Paraninfo de la ULL es una "cancha" conocida, ¿no?

Volver a La Laguna siempre nos genera una gran ilusión. Esta vez no va a ser distinto...

Este es un público que conecta muy bien con la música que hace Marlango. ¿Eso es un punto a favor?

Es un privilegio revisitar lugares en los que te sientes querida y, además, Alejandro está realmente emocionado con la idea de reencontrase con ese maravilloso piano.

La última vez que actuaron en Aguere aquello acabó con una barra libre musical en la que el público trasladó sus peticiones sin miedo. ¿Qué siente un artista cuando encuentra un ambiente tan favorable?

Ese es el planteamiento en el que nos estamos moviendo ahora. No sé cómo lo haremos en el futuro porque esta gira ya está llegando a su fin... Lo estamos disfrutando muchísimo antes de empezar a grabar. Sale así porque vamos entrenados, aprovechando la referencia deportiva que hizo al principio de esta entrevista, y porque la conexión entre el público y Marlango siempre ha sido bastante directa. Nos gusta esa sensación de cocinar entre todos las canciones que suenan en nuestros conciertos.

Acaba de dar una pista sobre los preparativos de un nuevo disco. ¿Ya tienen la necesidad de mostrar un material nuevo?

En Marlango mandan las canciones... Es cierto que ha habido ciclos en los que sacamos discos más seguidos y otros en los que tardamos algo más... Lo que tenemos que decir cuenta mucho a la hora de decidir cómo debe ser la música que le queremos dar a la gente. Yo escribo en un cuadernos y Alejandro con el piano, pero no nos juntarnos hasta que tenemos algo interesante que contar.

¿Y cómo son las canciones que están por venir?

Todavía es muy pronto para hablar de ellas. Algunas ya han nacido, pero habrá que esperar un poco más para ver cómo crecen.

¿Leonor Watling está en estos momentos en modo música, o tiene un pie aquí y el otro en el mundo de la interpretación?

Yo tengo la suerte de poder dedicarme a dos oficios alucinantes, aunque reconozco que no es fácil poder sobrevivir en ellos. Ahora estoy girando con Marlango, pero aquí nunca hay planes. Si lo que buscas es tener una vida clara no te puedes dedicar a esto.

¿El 2017 es un año especial por el hecho de celebrar el 15 aniversario de Marlango?

Igual resulta curioso lo que voy a decir, pero nosotros no somos nada conscientes de que haya pasado tanto tiempo... A ese planteamiento llegamos si un periodista nos recuerda lo que hemos hecho para llegar hasta aquí, pero el día a día no está organizado en base a si llevamos 2 o 20 años en esto. Hemos aprendido mucho, lo pasamos cada vez mejor y disfrutamos el proceso de construir las canciones que entregamos en los conciertos... La duda es lo que te hace seguir buscando porque el día que lo tengas todo claro estás perdido. Cuando sientas que no te quedan más cosas por escribir llegará el momento de replantearse qué es lo que quieres hacer, pero toda esa curiosidad sigue viva tanto en mi caso como en el de Alejandro.

¿Están convencidos de todos los pasos que dieron para dar forma a Marlango?

Aquí no existe un plan b: todo esto es lo que nos cura, lo que nos hace bien y lo que somos... Quizás lo único que podemos celebrar es que es muy raro encontrar una pareja creativa con la que sigas teniendo cosas con las que sorprender al público. No es obligatorio seguir escribiendo canciones...

Concierto: 20 de mayo.

Lugar: Paraninfo de la ULL.

Hora: 21:00.