Solo se ha perdido tres de las veinticuatro ediciones del Festival de Zarzuela de Canarias, una cita cultural de la que hoy es su director artístico. "Eso solo es sumar una responsabilidad a las labores de supervisor de escena que desarrollo desde 1997", dice el madrileño Carlos Durán. Su fidelidad con este proyecto no está bajo sospecha. No lo está porque en su primera toma de contacto con el festival -en el año 1994 para participar en "El barberillo de Lavapiés"- conoció a la que aún es su mujer. "Ella participó en aquella zarzuela como componente de la Coral Reyes Bartlet", cuenta un profesional de la escena que acumula casi un centenar de direcciones.

Con "A la Gran Vía por Chueca" ya en el baúl de los recuerdos, el objetivo más cercano de Durán es levantar esta noche, a partir de las 20:30 horas, "Las de Caín" en el teatro Guimerá de la capital tinefeña. "Por mucho que quieras amarrar el presupuesto, no es posible mostrar un producto honesto sin invertir unos mínimos que suponen un gran desembolso económico. La zarzuela es cara por el vestuario que se luce en ella -entre los títulos que se han programado en el XXIV Festival de Zarzuela de Canarias se han utilizado casi 400 trajes-, por los músicos, por la cantidad de decorados que se requieren para ambientar los actos", enumera Durán sin evitar mirar al otro lado del charco. "Echo de menos la mecenazgo que existe en Estados Unidos para arropar las producciones que se instalan en la cartelera de Broadway. Esta, por ejemplo, la pillan allí y le sacan una rentabilidad altísima. Es muy difícil sobrevivir de la taquilla, sin el apoyo que prestan ocasionalmente ciertas instituciones".

"Hace 20 años ya decía que el público que venía a la zarzuela era muy mayor, pero esa es una realidad que no ha cambiado y, por lo tanto, un dato esperanzador", remarca segundos antes de incidir en el hecho de que "eso es un síntoma positivo porque significa que esto no ha muerto", valora Carlos Durán.

"Las de Caín" tiene, a juicio de su director artístico, los ingredientes necesarios para disfrutar por primera vez en Tenerife con este título. "Es una zarzuela con un registro muy cómico que, además, cuenta con un gran elenco artístico", asegura un profesional de la música que exalta "la calidad y sensibilidad de las voces que hay en Canarias... No lo digo para quedar bien, sino convencido de que esto es fruto de una enorme tradición coral. De otra manera no se entiende que nombres como Celso Albelo, Jorge León o Yolanda Auyanet, entre otros grandes intérpretes, figuren en las agendas de los grandes espacios musicales del mundo. "Este es un público entendido; sabe si algo está hecho bien o se montó para salir del paso, es decir, que no se deja engañar fácilmente... Además, en el teatro está la verdad de este negocio: los que van tienen los argumentos necesarios para decidir si les gustó o no".

A escasas horas de liquidar su participación en el XXIV Festival de la Zarzuela de Canarias, Durán no encuentra razones que justifiquen el trato que se le ha dado a la Asociación de Amigos de la Zarzuela de Tenerife por parte de algún sector de la administración pública local: "No es lógico que arrinconen a los que sacaron esto adelante durante tantos años", alerta un ser que es muy crítico con los que opinan que la ópera es un género superior. "La zarzuela no compite en igualdad de condiciones, pero cuando está bien hecha, que no ocurre con frecuencia por falta de recursos económicos y tiempo, no tiene nada que desmerecer con respecto a la ópera".

Carlos Durán

Director Artístico del XXIV Festival de Zarzuela de Canarias