La mar está echada, como un plato. El correíllo "La Palma" enseñorea su coqueta estampa en la línea de atraque del Muelle Sur, bien acompañado por la Farola del Mar y la Marquesina, otros exponentes de la historia del puerto y su ciudad, y ubicado justo enfrente de la tienda Duty Free que recibe a los cruceristas que desembarcan rumbo a tierra, la interior de la Isla.

Tras los tormentosos y agitados años de la crisis, parece que desde 2016 soplan buenos vientos: la bonanza económica.

El capitán da permiso para acceder al buque, escalerilla arriba, donde Carlos, el marinero recientemente contratado y, de momento, único tripulante, se afana aquí y allá. Hace pocos meses se renovaron molinetes y maquinillas, gracias a la aportación de Puertos Canarios, y se repusieron palos y jarcias, con una inyección económica de la Fundación LaCaixa.

A día de hoy se trabaja vivamente en las cubiertas, sellando las viejas estructuras para evitar la filtración de las aguas de lluvia, paso previo para la instalación a bordo del mobiliario del salón de primera clase y acondicionar la escalera principal, "algo que le va a dar mucha vida al buque", comenta Juan Pedro Morales, presidente de la Fundación y práctico el puerto.

Con el apoyo del Cabildo de Tenerife se acometen las labores de restauración de la cubierta principal y de botes (castigadas por el tiempo), proyectos en los que participa la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias.

La idea es seguir sumando "pasajeros", patrocinadores tanto privados como públicos, con actuaciones concretas y puntuales, como el caso de la cena que tendrá lugar el 3 de junio en el Real Casino de Tenerife.

A partir del próximo mes de septiembre está previsto abrir el barco a los turistas de cruceros, que podrán disfrutar de esta joya con una muestra museística. "Se ha diseñado una escala, mediante una línea específica para el correíllo, dentro del proyecto de conexión puerto-ciudad", explica Morales, de forma que el vapor se convierta en un elemento más de la oferta de ocio, acondicionando zonas museísticas con material gráfico, piezas rescatadas, además de disponer una zona interactiva donde mostrar cuál es la funcionalidad que se persigue y aportar así "un valor añadido".

El buque acoge actividades de divulgación, de carácter cultural y de ocio; visitas guiadas para colegios y grupos de mayores... "Estas actuaciones se realizan con exquisitez, disponiendo de un aforo selectivo, para un máximo de 50 personas", que se inscriben en la filosofía de "atraer a bordo a las gentes de la Isla".

El vapor tampoco es ajeno al fenómeno que vive Canarias como "plató" para rodajes cinematográficos. De hecho ya se ha estrenado en películas como "Los últimos de Filipinas" o "El Clan" (a punto estuvo de figurar en la cinta "Palmeras en la nieve"), además de spots publicitarios o videoclips musicales (la última propuesta lleva el nombre del conjunto folclórico Verode).

Lo más inmediato, su presencia en la serie "Tiempos de guerra", que produce Antena 3 Televisión.

Pero todas estas obras que se vienen desarrollando, casi a cuentagotas y con un notable esfuerzo, conducen a un destino final: que el barco vuelva a surcar las aguas del Archipiélago, impulsado por su propia máquina, navegando durante el día y "durmiendo", bien amarrado a tierra, por la noche.

Para Juan Pedro Morales, hombre de la mar, la recuperación del Correíllo "La Palma" representa un compromiso vital, asumido. "Tengo tres hijos: uno de trece, otro de diez y desde hace 21 años, este barco", dice.

El vicepresidente de la Fundación, José Luis Arrondo, subraya que el gran proyecto no es otro que "poner el buque a navegar" para que, como antaño, "llegue a cada Isla y todos los canarios puedan disfrutarlo".

Y haciendo memoria recuerda "cómo estaban las carreteras el siglo pasado", cuando la comunicación resultaba más rápida y segura a través del mar que por tierra.

"Que la gente no olvide de dónde venimos. En Canarias, durante décadas, la única posibilidad de intercambio, de contacto entre la gente la representaban los correíllos, capaz de superar el aislamiento

Este elemento de cohesión social "representa nuestro pasado y debemos conocerlo para saber a dónde vamos".

Amarrado con fuerza a la historia del Archipiélago

El papel social que desempeñaron los vapores en la historia contemporánea del Archipiélago trasciende el de un simple medio de transporte. La llegada de los correílos a puertos, pescantes o playas representaba un verdadero acontecimiento.

El viejo puente, desmantelado por el "pirateo"

El puente original estaba abierto y en 1950 se decidió cerrarlo, momento en el que también la máquina pasó de carbón a fuel pesado. Los "piratas" desmantelaron los instrumentos de navegación.