El periodista Joan Cañete debuta en solitario en la narrativa con "Parte de la felicidad que traes", una historia de solidaridad entre cuatro mujeres en una situación de excepcionalidad, que relata el "paréntesis" en el que viven en la UCI pediátrica de un hospital, junto a sus pequeños enfermos.

En una entrevista con Efe, el autor rememora que la novela empezó a tomar forma después de que en el diario en el que es redactor jefe, El Periódico de Catalunya, publicara un reportaje en el que contaba cómo afectaban los recortes de la Ley de la dependencia a una joven pareja de Barcelona, con dos hijos, uno de ellos, un niño de tres años, enfermo crónico.

Aquella gente le abrió las puertas "de sus vidas" y gracias a eso descubrió que "las mamás de la UCI interactúan entre ellas y acostumbran a construir redes de solidaridad, de una forma diferente a como lo harían los hombres".

Pronto vio que con todos los datos que había recopilado podría ampliar el reportaje inicial, pero también que, si apostaba por esta opción, acabaría escribiendo "una suerte de ''Urgencias'' -en referencia a la serie de televisión-, cuando lo que me interesaba era mostrar qué les ocurre a esas mujeres fuera de la UCI, cómo son sus vidas una vez que se cruza la puerta de Urgencias, porque eso lo cambia todo".

Por tanto, agrega, "debía huir de la realidad, no buscar casos reales, porque el periodismo me acabaría comiendo y, en cambio, la ficción permite dibujar personajes, mostrar vidas enteras, la sociedad en la que vivimos, la precariedad laboral, la televisión que triunfa, las ''mamás perfectas''".

Publicado por Harper Collins, en "Parte de la felicidad que traes", ahonda en las existencias de Carmen, a quien la vida le cambia totalmente el día en que su hija Sira es atropellada; de Tere, la madre de Lucía, una niña que ha vivido más en el hospital que en su casa y de Anna, la progenitora de Nil, que padece la enfermedad de los huesos de cristal.

También tiene su peso Clara, quien tras perder a sus padres en un accidente, debe cuidar de su hermana Susana, que sufre una leucemia.

Otro personaje fundamental en la novela es la enfermera Castells, una mujer con muchos años de experiencia en la UCI, donde "el tiempo es un pedazo de madera en el océano: flota medio anegado, en apariencia intacto, en realidad carcomido sin remedio".

Cañete, que a lo largo de su trayectoria ha cubierto algunos conflictos bélicos, siendo corresponsal en Washington y en Jerusalén, comenta que uno de los retos a la hora de sentarse ante el ordenador ha sido conseguir que la "emotividad no se convirtiera en una explotación de los sentimientos". "No quería hacer pornografía de los sentimientos", apostilla con contundencia.

Otro de sus objetivos ha sido plasmar negro sobre blanco "una sociedad patriarcal que lleva a que en un 99 por ciento de las ocasiones, cuando un hijo se convierte en un enfermo crónico, sea la madre la que acabe dejando su trabajo para dedicarse en exclusiva al cuidado de sus niños".

Sin embargo, también deja claro que no ha querido "ni personajes buenos ni malos y huir de clichés y estereotipos, buscando en ocasiones jugar a los espejos, contraponiendo a hombres y mujeres, y mostrando que unos y otros pueden equivocarse o acertar en sus actuaciones, en sus decisiones".

Tras esta primera experiencia literaria en solitario, puesto que tiene una primera novela junto a Eugenio García titulada "Expediente Bagdad", Joan Cañete no esconde que le gustaría ser el autor de una "novela de aventuras de las clásicas".