Sus novelas acaparan desde hace unos siete años un alto porcentaje de las estanterías de la sección romántica de la mayoría de la librerías de este país. "Me siento muy afortunada del cariño que me transmiten mis guerreras", afirma Megan Maxwell antes de participar a media tarde de ayer en un vis a vis con sus lectores en El Sauzal. Referencia de cabecera para muchas personas que buscan en un libro que esté les provoque un oleaje de pasiones, la autora nacida en la ciudad de Núremberg regresó a Tenerife para abordar varias citas promocionales asociadas con los capítulos de "Hasta que salga el sol" (Editorial Planeta). "En esta tierra siempre me siento bien recibida y eso es algo que luego traslado a mis historia", asegura una narradora que recurrió a una mujer tinerfeña (Yanira) para dar forma a uno de sus libros más vendidos ("Adivina quién soy"). Entre tres y cuatro historias por año. Esa es la producción en la que se suele mover una novelista que afirma que trabaja "sin presión".

"Si por ellas fuera -las aficionadas a las tramas de Megan Maxwell son conocidas como sus guerreras- tendría que publicar un libro cada mes y medio, pero eso no es posible... Su insistencia y cariño son un apoyo vital a la hora de crear, pero en este oficio hay que cumplir unos plazos. ¿Presión? Nunca la he tenido, es decir, que si en algún momento sintiera que no podía afrontar este reto me acabaría bloqueando y entonces sí que me resultaría imposible escribir esos libros en un año", puntualiza una creadora que en los últimos siete años ha entregado a sus seguidoras 32 novelas. "Ellas son las que manejan mis tiempos".

Maxwell, referente en el subgénero romántico llamado "chick lit", no tiene una fórmula fija desde la que impulsar un nuevo proyecto. "Las reglas básicas están determinadas antes de que comience todo, es decir, una historia romántica nace a partir del esquema chico conoce a chica, chica se enfada con chico y chicos se reconcilian... Luego todo fluye a raíz de mover los hilos que yo le añado a cada libro... Ahí los personajes son vitales", añade.

"Hasta que salga el sol" cuenta la historia de dos hermanas (Esther y Sofía) que dirigen con su padre un pequeño hotel en Benicàssim. "Son dos mujeres muy distintas. Incluso no parecen que sean hermanas, pero a partir de esas diferencias surge una novela en la que aparecen elementos que forman parte de mi obra", avanza una escritora que en numerosas ocasiones ha coqueteado con el erotismo.

"¿Cómo diferenciar en qué lado me voy a mover? Para mí es relativamente sencillo identificar el grado de pasión que hay que darle a una historia... Sé moverme sobre la línea que separa lo romántico de lo erótico: el voltaje es muy diferente. Es importante darle la intensidad adecuada a cada situación", aclara mientras imagina cómo será el encuentro con sus seguidoras. "Siempre hay algo nuevo que me consigue sorprenderme... Ver cómo son capaces de hacer una cola kilométrica para hablar siete u diez segundos conmigo es una de las cosas más bonitas que tiene este oficio", admite.