Bélgica, Perú, Francia y Estados Unidos son los países que componen este cóctel artístico explosivo: Lady Cocktail. Lola Ruiz, Violaine Bishop y Soledad Ortiz, tres artistas unidas en Bélgica por la escuela de circo ESAC que componen este grupo de acróbatas, apasionadas por el trapecio a vuelo y que, cosas del destino, en un bar decidieron unirse y encontraron el nombre artístico.

Este trío artístico actuará por primera vez en Canarias mañana, domingo, a partir de las 19:00 horas, en Garachico, como parte de la programación de Circundando y con un espectáculo que lleva por título "Las chicas de allá arriba".

Aunque se definen como un cóctel explosivo, sí que tienen claro que "es probable que seamos tres ingredientes diferentes: "caipirinha", "Bloody Mary" y "pisco sour", por ejemplo", afirma Soledad Ortiz, integrante del trío.

Procedencias diferentes pero un nexo de unión geográfico: Bélgica. Para ellas, la diversidad de orígenes supone "una riqueza a la hora de ensayar, de crear y de trabajar juntas. Los orígenes y las experiencias distintas aportan creatividad", afirma Ortíz.

Un espectáculo como "Las chicas de allá arriba" pone a Lady Cocktail en la tesitura de saberse despedidas de una pequeña fábrica de conservas. Se reciclan como artistas de calle y presentan un número de acroportes y trapecio volante ataviadas aún con su mono azul de la fábrica.

Frente al despido de la fábrica y la actitud beligerante de las tres artistas puede parecer que esta pieza representa una denuncia ante la situación económical. Soledad Ortiz no lo define como un espectáculo político, "pero sí pensamos que actuando podemos dejar en el aire algunos mensajes. Hay algo de denuncia social, pero sobre todo la historia que contamos y cómo la contamos es, simplemente, muy humana".

Este espectáculo alterna momentos en el aire con evoluciones sobre el suelo y, además, evoluciona en espacios "a mitad de camino entre el suelo y el cielo. Si bien el eje principal sigue siendo el trapecio y lo vuelos que hacemos con él, queremos justamente pasar de una escena en el piso a otra en el aire sin rupturas", relata la integrante de Lady Cocktail.

El trío no ha calculado con exactitud cuánto tiempo del número pasan en el aire y cuánto en el suelo, porque "la intención es que el ojo del espectador pueda estar todo el tiempo en movimiento, siguiendo la trama del número sin establecer diferencias", dice.

Lady Cocktail espera que el público disfrute del espectáculo y "tenga la libertad de gritar o soltarse el pelo", concluye Ortiz.

El programa de Circundando, que se desarrolla en el Muelle Viejo de Garachico, se completa con la representación "Sueños en el aire", de la argentina Gisele Chaulet, especialista en acrobacias aéreas, con una inclinación personal por las telas. Esta artista presentará un número acrobático en telas que combina destreza, fuerza y peligrosidad. El riesgo de trabajar en altura, sin protección alguna, se suma a la magia visual que caracteriza este tipo de disciplina.

Y también el montaje "Aire", de Circoactivo, con Iván Alone, quien con un mástil de 5 metros de altura, un micrófono y vestido con un mono de trabajo, a modo de clown, transformará el espacio escénico involucrando al público para lograr su objetivo: construir un circo en el aire y ofrecer su gran número final.