Horas antes de que descuelgue el teléfono nos alertan de que no quiere una entrevista con texturas políticas, que no va a responder cuestiones que no estén asociadas con el concierto que ofrecerá el próximo 15 de julio en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna. Su hola suena cansado, pero en cuanto escucha que sus reflexiones llegarán a Canarias se reanima con una frase: "Ir a las Islas es como cambiar de acera cuando toca hacer la compra... A la tienda siempre se va contento".

Pablo Milanés sabe que su obra tiene un peso específico en estas latitudes atlánticas. Tanto en lo musical como en lo social, sus letras siempre han estado sometidas a un estudio que va más allá de un trabajo discográfico o un directo, pero hoy quiere centrarse en su yo artístico. En un ciclo de muchos cambios, él solo se atreve a decir: "Cuba está bien, gracias".