El saldo deficitario en lo económico de la polémica 33ª edición del Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) lo hacía público este miércoles (solo para los medios de la provincia de Las Palmas) la consejera de Turismo, Cultura y Deportes, Mariate Lorenzo.

La cuenta de resultados no deja lugar a dudas: el balance entre ingresos y gastos arroja un déficit cifrado en 348.301,35 euros, una cantidad variable en función de si se hace o no efectiva la ampliación de la subvención por parte del Ministerio de Cultura, a través del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (Inaem), por un montante de 60.000 euros, que en caso contrario elevarían las pérdidas hasta los 408.301,15 euros.

La consejera, que asumió toda la responsabilidad de una gestión negativa, advirtió de que se asignarán a Canarias Cultura en Red, la empresa encargada de la gestión, los recursos necesarios y suficientes para que sea posible abonar "las facturas pendientes", unos desvíos en el capítulo de gastos (cachés y dietas; hoteles, viajes y pasajes, así como gastos generales) que superaron en 184.000 euros las previsiones, sin que ello signifique que se vayan a detraer cantidades de otras partidas ni, por tanto, mermar la capacidad de otras áreas de su departamento.

El modelo denominado de "transición" por el que apostó el coordinador Nino Díaz se ha revelado poco eficaz y, además, gravoso, razón por la que se está barajando aumentar el control de la gestión con la figura de un "solista", un gerente.

Lo cierto es que, tal y como se refleja en el cuadro adjunto, la "partitura" de las ediciones que van desde 2006 hasta la más reciente, la de 2017, han estado marcadas por un "tono" ciertamente desafinado en lo económico.

En valores relativos, el déficit de esta última edición representa un 16,2% sobre el total del presupuesto, cifrado en 2.138.146,88 euros, mientras la de 2007 arrojó unas pérdidas del 21,7%, que en 2009 fueron del 18,9%.

De cara al próximo año está previsto mantener un presupuesto similar al de 2017, resolver en breve plazo la convocatoria de la elección del nuevo director/a y pulsar la tecla que permita dar el do de pecho.