La cultura asiática supone una verdadera atracción turística para el resto del mundo. Los adolescentes europeos y norteamericanos cantan y bailan temas creados por artistas asiáticos casi tanto o más que los de Justin Bieber.

Este éxito se debe al K-pop (Korean Popular Music), un género musical que engloba, a su vez, varios estilos como el pop, hip hop, rap o metal. Estas sintonías suenan en TLP Tenerife, el mayor evento de tecnología y nuevas tendencias del país organizado por Innova7 y el Cabildo de Tenerife. Allí, entre los días 18 y 23 de julio en el recinto ferial de Tenerife, los jóvenes canarios amantes de la música surcoreana acuden para disfrutar de los álbumes de sus grupos favoritos. Esta cultura musical tiene su mayor representación en el concurso Asian Best Dance Cover, en el que los participantes realizan "covers" o imitaciones de los vídeos musicales de los artistas de K-pop, C-pop, J-pop o T-pop (la letra inicial se corresponde con el país de procedencia: Korea, China, Japón o Tailandia). El objetivo principal es captar cada detalle para que la coreografía sea lo más fiel posible.

Estas actuaciones requieren un alto grado de trabajo por las diferencias que tienen con respecto a los grupos occidentales. Los "idols" o artistas surcoreanos tienen vídeos muy llamativos, con bailes dinámicos y movimientos rápidos en los que la coordinación es el elemento clave. Realizar un baile de estas características es ya de por sí complicado, pero los participantes tienen que aprenderse las coreografías de vídeos que las empresas suben a plataformas como YouTube, y los grupos suelen tener una media de 10 o 12 integrantes. El jurado de TLP Tenerife no solo tiene en cuenta los movimientos, sino también la presentación, el uso del tiempo, el ritmo, la originalidad y la estética.

Las claves del éxito de este estilo musical se basan en pegadizas canciones, enérgicas coreografías y una presentación en vivo en el que todo detalle es tenido en cuenta previamente. Los coreanos transforman un vídeo musical en un espectáculo para los fans. Es por ello, que miles de jóvenes de todos los países se trasladan a la capital, Seúl, para buscar futuro como "idols", a pesar de las grandes exigencias de las agencias del país. Estas requieren altos conocimientos en baile, canto y rap, además de bases de comportamiento ante el público. Después de su ingreso en una compañía, los aspirantes pasan a un periodo de entrenamiento que puede llegar a durar diez años, para conseguir formar parte de un grupo o promocionar como solista. Sin embargo, hay un porcentaje muy bajo de jóvenes que llegan a la fase final, y el índice de éxito es aún menor. Todo ello junto a la dureza y presión en los ejercicios explica que, en ocasiones, los grupos demanden a sus agencias por el trato recibido.