El cadáver de un joven aparece en un bosque de La Gomera, caso que se cierra rápidamente con la acusación de un político local que queda exonerado en el juicio posterior. Tres años más tarde, el sargento de la Guardia Civil Bevilacqua (Quim Gutiérrez) y su ayudante, la cabo Chamorro (Aura Garrido), son enviados a la Isla para reactivar la investigación y descubrir al autor del asesinato. Les acompaña la cabo Anglada (Verónica Echegui), la última persona que vio al joven con vida.

Este es el argumento central sobre el que gira la película "La niebla y la doncella", ya en los cines, primer largometraje dirigido por el cineasta tinerfeño Andrés Koppel, autor también del guion basado en la novela homónima del escritor madrileño Lorenzo Silva.

Esta historia de la serie protagonizada por los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, creados por la pluma de Silva, ha sido rodada íntegramente en La Gomera, que se ha convertido en un personaje más de la película, y en Tenerife, con la participación de más de una treintena de extras gomeros, entre ellos guardias civiles destinados en la Isla colombina.

El bautizo de Koppel en el universo de los largos con este thriller policiaco, oportunidad que le ha otorgado la productora Tornasol, asidua ya en las Islas, en colaboración con Atresmedia, ha sido una gratísima experiencia que el guionista y cineasta canario ha disfrutado hasta el último momento.

"Soy el primer sorprendido de que sea mi primer largo, no por el hecho de no haber hecho más, sino porque ha sido fantástico. Mi inmenso agradecimiento a todos los que han hecho posible que la haga. Ahora estoy con una gran expectación para ver qué piensa la gente. Han sido cuatro años trabajando con este película y ahora nos toca dejar que el niño salga de casa, empieza la aventura. Hay una cosa maravillosa, las películas solo existen en el ojo del espectador y ha empezado a existir a partir del 1 de septiembre".

Koppel, que ya dirigió el corto "La Raya" (1996) y "Unión Europea" (2006), además de ser guionista con Juan Carlos Fresnadillo en "Intacto", reconoció que la dirección de "La niebla y la doncella", una mirada al horror de perder a un hijo, ha sido un proceso de gran aprendizaje.

"Es una película en la que reconozco lo que quería ser como director. La historia que quería contar y cómo la quería contar están reflejadas en la película. Yo me dedico al cine porque me parece que contar historias es uno de los trabajos más divertidos del planeta. Me encanta ver lo que hay detrás de los ojos de la gente, los personajes que hacen cosas extraordinarias y un poquito el reto con esta película era ese. Cuando conocí a los guardias civiles me di cuenta de una cosa fantástica y es que son seres muy normales, como tú y como yo, y es maravilloso saber que esta gente se preocupa de que se cumplan las leyes en este país. Gente muy talentosa y apasionada con su trabajo, como todos nosotros, y eso lo quería contar en la película".

La investigación que centra el filme, en el que destacó la calidad y la profesionalidad de los actores y todo el equipo técnico que participó en el rodaje, está enmarcada en un paisaje de barrancos y precipicios que se convierten también en protagonistas, como la niebla de La Gomera.

"Es una película que habla de dos cosas, de las mentiras, del secreto, de la niebla como una metáfora, no solo de la muerte, que está en la víctima que se investiga, sino en esa niebla en la que nos escondemos todos para no dejar ver quiénes somos realmente y físicamente no nos deja ver".

Por otro lado, "son dos policías que llegan a la Isla para buscar una verdad escondida y se ven afectados no solo por lo que descubren, sino por cómo les va contagiando la Isla como metáfora. Un lugar claustrofóbico, pequeño, de secretos y al mismo tiempo maravilloso y reluciente como es La Gomera. Un lugar difícil para esconder la verdad pero muy fácil para guardar secretos, porque la gente sabe hacerlo...".