Tiene claro que su obra está influenciada por las sesiones de tele que agotó cuando era un niño. "Pintaba todo lo que salía en televisión", admite el creador de "Trending Typic", la exposición que anoche se inauguró en el Centro de Arte La Recova de Santa Cruz de Tenerife. Veinte ilustraciones dan vida a la última aventura artística de Víctor Jaubert, una explosión de formas y colores que se puede ver en el espacio cultural que gestiona el consistorio capitalino hasta el próximo 31 de septiembre.

"Además de esas reminiscencias televisivas, hay otras que tienen que ver con la música y el cine que se escuchaba y veía en casa", añade sobre la esencia retro, ligada a la escena ochentera que se percibe en sus composiciones. Quince años han pasado desde que expuso por primera vez sus "criaturas" en una muestra colectiva. Una década y media en la que reconoce haber evolucionado tanto en el dibujo como en la combinación de colores. "Montar una exposición es una inversión arriesgada... Hay que realizar muchos gastos -materiales y marcos- y no se suelen obtener beneficios, pero es una válvula de escape al trabajo diario que originan los encargos", asegura un artista que ha sido el eje desde el que se impulsaron varias campañas publicitarias y, además, el autor de varios carteles anunciadores de la Fiesta de los Indianos de Santa Cruz de La Palma.

Romper las ataduras que se crean cuando las partes pactan las condiciones en las que se debe realizar un pedido es, sin duda, uno de los atractivos que mejor se aprecian en "Trending Typic". Y es que "el hecho de poder liberar de mi cabeza imágenes que en otras circunstancias no podría mostrar me genera una sensación de libertad gratificante. Es importante dar rienda suelta a la imaginación. Ese es el capítulo más reconfortante que tiene planificar una exposición". Jaubert, no obstante, realiza una advertencia sobre el contenido de una colección con técnicas mixtas en la que "la gente sabe lo que se va a encontrar en La Recova, no hay nada extraño que rompa con lo que he venido haciendo durante tantos años. En ese sentido, no existe un giro hacia el mundo abstracto u otras variantes plásticas algo más complejas: esto es ilustración en todos sus términos".

Los recuerdos infantiles son un "vaho" desde el que surge un gato orondo o una mujer que transmite un aire de superioridad al espectador. "A partir de esas imágenes recupero instantáneas que adapto a un lenguaje nuevo. Ahora, por ejemplo, no me limito a los fondos blancos, sino que elijo un color para generar una unidad compositiva", aclara un profesional de las bellas artes para el que el riesgo es algo que va en aumento conforme te vas alejando de los días de estudiante. "A pesar de que yo nunca he sido demasiado fiel a la imagen, es cierto que al principio todo está más controlado y te cuesta salir del lugar en el que has aprendido, pero eso es algo que cambia con el tiempo", reivindica Jaubert en un punto de la entrevista en el que admite que "el dibujo tiene que evolucionar y los colores hay que investigarlos para dar con tonalidades llamativas que puedan propiciar nuevas etapas".

En lo que sí se mantiene firme el tinerfeño es el empleo de rutinas tradicionales. "Uso materiales que están al alcance de cualquier niño; no hay nada digital ni elementos raros... Aquí solo hay acuarelas, papel, pegamento o témperas", enumera.

Víctor Jaubert

Artista