Que Abubukaka no es una propuesta escénica que se caracteriza por ser políticamente correcta no es un misterio encriptado que acaba de ser descodificado en el sector más conservador de la sociedad de San Cristóbal de La Laguna. El atrevimiento, la burla, la transgresión forma parte del ADN de una compañía que anoche mostró en el aparcamiento del antiguo mercado de Aguere su espectáculo "Cuneta Deluxe" en presencia de unas mil personas.

Humor en el "destierro" y con lluvia. Así se resume la puesta en escena de una función que, en principio, estaba programada para el escenario central de la plaza del Cristo. Las tibias connotaciones religiosas que se observan en la obra -con un crucificado que se pelea con el flemático Horatio Nelson por y el valiente Aquiles por entrar el primero en una consulta del Servicio Canario de la Salud- originaron una polémica que al final se convirtió en expectación. Y es que basta que alguien diga que no se haga una cosa para que casi todo el mundo se ponga a hacer lo contrario. La función es ágil, irreverente, sarcástica pero en su contexto general te quedas con la sensación de que aquí hay más ruido que nueces. Eso sí, antes de empezar uno de los miembros de Abubukaka cuenta un chiste para romper el hielo. "Se sube el telón y se ve a Antonio Alarcó con cuatro votos. ¿Cómo se llama la película?... Lo imposible", ironizó antes de que los tres protagonistas del primer "sketch" se enredaran en una trifulca que habla de lo humano y de lo divino. A cincuenta metros, tres mujeres rezan un Ave María con velas encendidas a las puertas de una academia de baile latino. ¿Protesta o montaje? Publicidad gratuita y unas cuantas risas.