Hace muchos años decidió "Vivir al este del Edén" y allí sigue estirando la biografía de una de las bandas españolas que dominaron la escena musical nacional en los ochenta. "En La Unión vivimos el día a día de una manera muy intensa, sin miedos ni cortapisas", señala el cantante Rafa Sánchez antes de viajar a Tenerife para participar en la segunda cita de "La Orotava Suena 2017". Una veintena de proyectos discográficos conforman las constantes vitales de una formación que ha vendido más de dos millones de copias desde su creación en 1984. "Para un grupo que ha conocido los días de gloria de la industria musical no es fácil tener que moverse en un terreno más inestable, pero al final te das cuenta de que no queda más remedio que saber de redes sociales y autogestionar cada uno de los movimientos que realizamos", precisa el vocalista de títulos inolvidables como "Lobo hombre en París", "Entre flores raras", "Dónde estabais (en los malos tiempos)", "Ella es un volcán" o "Maracaibo".

¿Tiene la sensación de ser un recuerdo musical, un superviviente, alguien que se resiste a marcharse...?

Algo de todo eso sí que hay, pero cuando hago balance de cómo hemos llegado hasta aquí me doy cuenta de que he sido muy afortunado por haber conseguido vivir tantos años haciendo lo que más me gusta... Creo que estamos viviendo un momento zen.

La Unión conoce bien lo que es estar arriba del todo, pero también sabe lo que es realizar una travesía por el desierto, ¿cómo se gestionan esos picos de popularidad?

De la manera más digna posible... Es completamente imposible permanecer en la cresta de la ola siempre. Cuando llevas tanto tiempo en esto te das cuenta de que lo que en un año te va bien al siguiente ya no sirve para nada. Ese un juez implacable que coloca a cada uno en el lugar exacto: el gran mérito de La Unión es haber conseguido hacer 15 o 20 canciones que están en la memoria de mucha gente; ese repertorio es lo que nos ha permitido sobrevivir tantos años.

¿Esa memoria popular es su mejor aliado?

Es bueno que exista, pero no nos engañemos, tampoco es bueno mirarse demasiado el ombligo. En La Unión el único momento que existe es el ahora. Para un grupo que ha conocido los días de gloria de la industria musical no es fácil tener que moverse en un terreno más inestable, pero al final te das cuenta de que no queda más remedio que saber de redes sociales y autogestionar cada uno de los movimientos que realizamos.

¿Recordando el título de uno de sus primeros discos, "Tren de largo recorrido", usted podía imaginar que una revolución como la que se ha producido, y aún se está dando en torno a la industria del disco, pudiera ocasionar unos cambios tan bruscos?

Cuando has formado parte de una estructura tan sólida y, además, eras uno de los productos que había que mimar todo es un poco más difícil, pero aquí vivimos el día a día de una manera muy intensa, sin miedos ni cortapisas.

¿No le asusta tener que reinventarse constantemente?

Reinventarse es estar vivos y siempre he dicho que uno de mis referentes artísticos ha sido David Bowie: seguir sus pasos no me parece una mala manera de envejecer en un oficio tan complicado como este.

¿Las prisas por acumular un éxito rápido están "matando" el romanticismo que le queda a la música?

No sé si es el único culpable de lo que está sucediendo, pero es evidente que vivimos en una sociedad en la que todo pasa muy rápido y en la que las prioridades han cambiado. A mí, por ejemplo, no se me pasa por la cabeza en estos momentos empezar a planificar un disco. Lo mejor es ir canción a canción y ver qué pasa. Gotear esos instantes de creatividad en las redes sociales se ha convertido en una prioridad para los artistas. O te subes al carro, o mueres de nostalgia.

¿Y hubo algún momento en el que pensó que no volvería a subirse a este carro?

Cuando decidí empezar esta aventura tenía claro que iba a durar muchos años porque en mi cabeza tenía a un montón de artistas que admiraba por el hecho de que tuvieran trece, catorce o quince discos. Las dudas existen, pero cuando decides quedarte es porque aún tienes muchas canciones que mostrar. En nuestro comportamiento no hay nada nostálgico, pero sabemos lo que la gente quiere ver y nosotros se lo damos...

¿Cómo se renuevan los niveles de ilusión para seguir en los escenarios?

Con trabajo y, sobre todo, tratando de ser honrado... Espero irme a casa antes de convertirme en un ser patético. Además, tenemos una gran cuartada con los Rolling Stones, que ya son unos ancianos pero aún tienen una energía fantástica: el rock no es un género que solo les pertenece a los adolescentes.

Para un profesional con un recorrido tan largo, ¿qué sensaciones le produce todo lo que está ocurriendo en SGAE?

Ahí hay mucha pasta sobre la mesa y numerosos enemigos y bulos que entrar y salen en función de unos intereses que no siempre están demasiado claro. Necesitamos una SGAE más serena que vuelva a velar por el bien de los creadores. Es verdad que se han tomado decisiones equivocadas y que hay cosas que supuestamente se deben aclarar para siempre en los órganos adecuados, pero tampoco se puede demonizar todo lo que se hizo porque durante bastante tiempo sus gestores se han preocupado por los artistas.

Concierto: 16 de septiembre.

Lugar: Auditorio Teobaldo Power de La Orotava.

Hora: 21:00.