No hay gira que se precie que no incluya al menos un par de paradas en el Archipiélago, un espacio al que el ferrolano Andrés Suárez (1983) reserva un cariño especial. "Le debo mucho a Canarias y a la gente que hace música en las Islas". "Desde la ventana" es la séptima aventura discográfica de un cantante que, al igual que otros compañeros de oficio como Marwan, Pedro Guerra o Rayden, han decidido apostar por el formato literario con la publicación de "Más allá de mis canciones". "El anterior álbum se me quedó un poco corto. Venía de una gira larga con Moraima y reconozco que llegaron las prisas", asegura sobre la extensión de un catálogo musical que abarca 15 títulos.

Digamos que me he tomado mi tiempo porque sabía que a mi público le debía un disco largo... Lo grabé durante un periodo de retiro en Asturias, Formentera, Galicia... Salieron treinta y pico canciones, casi cuarenta, y me quedé con 15. Los errores son un aprendizaje.

¿Qué errores quiere confesar?

Hay gente que te recomienda que aproveches los viajes para escribir, que convoques a las musas en un avión o en un tren, pero tengo que confesar que con cuatro conciertos semanales ellas no se atreven a venir... Cada vez que llegaba a casa me pasaba dos días durmiendo -en el tour de "Moraima" dio más de un centenar de conciertos- porque estaba roto físicamente. Crear canciones en una gira es un suicidio.

¿La palabra también entiende de fatigas?

Los que trabajamos con ellas sabemos que existen unas pautas que son de obligado cumplimiento. Unas rutinas que si no las sigues con determinación caes en una fase de dispersión que no suele traer nada bueno. Una canción a la que no le prestas el cariño que se merece es una traición a este oficio.

Resumiendo, que las prisas no son una buena compañera de viaje.

Admito que era una persona nerviosa, que dormía poco y que en un momento dado quise comerme el mundo sin pararme a pensar que era él quien me iba a devorar... De repente, llega un día en el que decides parar con el objetivo de hacer una pausa en tu vida para ver qué es lo que has hecho y, sobre todo, qué quieres hacer a partir de estos momentos. No es que me sienta mayor, pero antes no me importaba ir de bar en bar con la guitarra a cuesta y ahora busco otras cosas. Cuando no hay prisas por conquistar nada salen buenas canciones.

¿Cuáles son las principales diferencias que admite, al margen de las ya reseñadas, entre "Mi pequeña historia" y "Desde una ventana"?

"Mi pequeña historia" fue un disco tímido e introvertido, un proyecto demasiado personal que llegó en un momento de mi vida en el que acababa de pasar por una ruptura sentimental, en el que escribí las canciones de noche y amanecía con ojeras en Lavapiés (Madrid). "Desde una ventana", en cambio, es todo lo contrario. Este es un álbum diurno, luminoso y en el que hay más amor que desamor. Cuando uno está realmente jodido escribe más fácil, pero el riesgo de aburrir es alto. Eso es algo que hacen magistralmente Aute, Sabina o Serrat, pero el resto de los mortales tenemos que transitar con mucho cuidado por ese terreno porque es una superficie bastante inestable.

En este disco, precisamente, hay una canción que se titula "Serrat".

Es un pequeño homenaje que le hago al maestro por haberme acompañado en Madrid al final de la gira de "Mi pequeña historia". Le dije que le haría una canción y aquí está... ¡Un guiño!

¿Y otra a Disney?

Walt Disney nos engañó a todos de puta madre, con perdón, porque cuando vas cumpliendo años las cosas se ven de otra manera: nos engañó, eso sí, de una manera fascinante... Para mí un héroe es un padre de familia que no llega a fin de mes y se ríe de sí mismo.

¿Pero esa es la cruda realidad?

Sí, pero también es lo que me encontraba cada mañana tomando un café. Entonces me di cuenta de que a mi alrededor había más musas que las que me acompañaban de madrugada en un bar. Tuve que dimitir de la leyenda del cantautor nocturno, bohemio y borracho para darme cuenta de que a día de hoy prefiero componer en otras circunstancias a las que viví cuando tenía 20 años. Eso sí, no renuncio al pasado...

¿Cree que la canción de autor debe volver a tener un sentido social?

Sí... Una vez leí una crítica de uno de mis conciertos en la que alguien decía que todo eso del amor y desamor está muy bien, pero que dónde estaba la plaza. El cantautor debe seguir siendo la voz del pueblo, la plaza en la que se habla de todo. Su misión ayer, hoy y mañana es representar a los que no tienen voz. Los tiempos han cambiado y, a pesar de la tensión de las últimas semanas, la convivencia es algo más cómoda.

Concierto: 8 de octubre.

Lugar: Auditorio Teobaldo Power de La Orotava.

Hora: 20:00.

Vea la interpretación del tema "Desde la ventana" -en acústico- a cargo del cantante gallego Andrés Suárez (2017).