El espíritu y la estética del genial artista lanzaroteño César Manrique (Arrecife, 1919-Tahíche, 1992) está muy presente en la capital tinerfeña, a la que legó el diseño de su Parque Marítimo y varias de las esculturas-instalaciones que lo adornan y que por desgracia él no pudo ver finalizadas.

El Ayuntamiento chicharrero ha querido reconocer y homenajear su especial vínculo con Santa Cruz y ha montado una exposición retrospectiva sobre su obra y vida en la Casa de la Pólvora, donde se podrá contemplar hasta el próximo 30 de noviembre, con el título "César Manrique en Santa Cruz. César Manrique en el mundo".

Esta muestra, que fue inaugurada ayer por el alcalde, José Manuel Bermúdez, junto al presidente de la Fundación César Manrique, José Juan Ramírez, y un hermano del creador canario, Carlos Manrique, entre otros invitados, está complementada con la restauración de una de sus obras más emblemáticas en Tenerife, "Homenaje a Santa Cruz", al lado de la Casa de la Pólvora.

Tiene una estructura fija de acero, forrada de hierro en color blanco, y una móvil con un eje interior de acero inoxidable de dieciséis aspas que giran en la dirección del viento. La parte superior tiene forma de diamante y en la inferior dos pirámides invertidas dejando una cruz en su interior. La obra tiene unas dimensiones de quince metros de altura y nueve de ancho. Pesa seis mil quinientos kilos.

Fuentes del Ayuntamiento capitalino indicaron que hace 25 años que falleció el polifacético artista, motivo por el que se comprometieron con la Fundación César Manrique a restaurar su "Homenaje a Santa Cruz". "Al final decidimos poner en valor la importancia que tuvo su proyecto de regenerar una zona muy descuidada y abandonada de Santa Cruz, donde se le ocurrió construir un Parque Marítimo. A partir de ahí nació todo lo demás, el Auditorio, el Palmetum, el Recinto Ferial... Por eso queremos poner en valor todo lo que hizo en Santa Cruz y fuera de ella".

La exposición inaugurada ayer por el alcalde, de carácter didáctico, incluso es posible que se convoque un concurso escolar de dibujos o maquetas, tiene una parte multimedia que consiste en la proyección de parte del documental "Taro", de Miguel G. Morales, que incluye entrevistas con el artista en las que explica su visión del arte y del paisaje, su pensamiento. También se visionará otro audiovisual sobre cómo se hizo el Parque Marítimo, en cuyo interior ideó otra escultura, "Juguete del viento", instalada sobre un peñasco de lavas, que evoca los molinos de viento, además de un mosaico de un pez.

El otro apartado son una serie de paneles con textos e imágenes sobre su vida y las obras públicas que realizó en Santa Cruz, como las esculturas "Anatomía de un barco" y "Máquina para la mar", situadas en la Escuela de Náutica, o la reproducción del mosaico-mural "El pez volador", ubicado en una plaza de la calle San Sebastián. También se informa de sus trabajos en otros lugares, como el parque Marítimo del Puerto de la Cruz o el de Ceuta, sus miradores en diferentes islas y otras obras civiles.