El actor José Sacristán afirmaba ayer que el cáncer de la corrupción goza de una salud envidiable en España donde, además, la sociedad vive con resignación este "atropello" que continuará mientras "no seamos capaces de renunciar" al beneficio que obtienen los "chorizos", dijo.

Sacristán se pronunció así en una rueda de prensa en la que presentó las dos funciones previstas en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna de la obra "Muñeca de porcelana", del dramaturgo estadounidense David Mamet, que forma parte de la programación de Festival de Tenerife, que impulsa el Cabildo.

El actor definió "Muñeca de porcelana" como "una colonoscopia del poder", en la medida que Mamet escarba "por ahí mismo" hasta extraer las miserias más profundas del organismo, al tiempo que habla de los poderosos como seres humanos "que nos representan y que están donde están porque los votamos, los jaleamos y los aplaudimos".

Hay que preguntarse qué le pasa a una sociedad que no genera anticuerpos ante los abusos porque, añadió, quien maneja el poder económico maneja el poder político y el moral, y esto es una realidad en cualquier latitud, aunque la obra se sitúe en EEUU.

En el caso español, prosiguió, lo positivo es que los casos de corrupción se conocen y en la medida de las herramientas de que dispone la justicia "hace lo que se supone que debe hacer", aunque el expresó su deseo de que los corruptos rindan cuentas de sus atropellos con más celeridad y rigor.

También invitó José Sacristán a reflexionar sobre el comportamiento personal de cada uno, pues sostuvo que "lo jodido es poder encontrar inocentes", ya que en su opinión, quien más y quien menos a nivel individual, vecinal o profesional puede caer en esta práctica o asistir con resignación a ella.

Sobre si influyó en su decisión de interpretar "Muñeca de porcelana" el hecho de que la obra la estrenara Al Pacino en Broadway en 2015, Sacristán respondió que no, pero sí fue un dato a favor el pensar que el texto fue escrito para el actor estadounidense, que no salió "airoso" en las críticas.

Y comentó el intérprete que Madrid fue el segundo lugar del mundo en el que se representó la obra, vista por un asistente de David Mamet, quien transmitió al dramaturgo que era la versión más cercana a lo que él quería.

Un mes después José Sacristán recibió una carta de agradecimiento de parte de David Mamet -que conserva enmarcada- y una pulsera de plata con el nombre del autor y tres puntos verdes, en alusión a una escena de la obra en la que se habla de las tres luces de este color que en una cabina de avión indican al piloto que está en la línea correcta para aterrizar.

A su juicio, Mamet tiene talento como cronista de su tiempo "con un punto de mala leche" y es heredero directo de dramaturgos como Eugene O''Neill, Tennesee Williams y Arthur Miller, pero además tiene "el pudor de no pontificar", de tal manera que los personajes "no obedecen las instrucciones del autor".

En la rueda de prensa también participó el actor Javier Godino, quien dijo que "Muñeca de porcelana" es políticamente correcta, por cuando describe cómo es el comportamiento de los poderosos que ponen en el puesto público a dirigentes en función de sus intereses y luego los manejan.

José Sacristán

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