A pesar de admitir que a lo largo de su carrera profesional han existido varias capas, el dibujante, ilustrador y editor balear Bartolomé Seguí (1962), Premio Nacional de Cómic 2009, dice que "siempre he hecho lo mismo, pero eso no significa que reconozca la existencia de ciertos ciclos diferenciados en los que aparezco como dibujante de tebeos, creador de historietas, autor de cómics o narrador de novelas gráficas", enumera el gestor de una experiencia que crece en torno al famoso investigador Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán que hace unos días se presentó a nivel nacional en Aguere en una iniciativa vinculada con el ciclo "Noviembre, Mes del Vino Tacoronte-Acentejo en La Laguna".

Seguí precisa que en sus orígenes las vías a seguir eran dos: "Cuando llegué a Barcelona tenía la opción de irme hacia el mundo del cómic dominado por Bruguera o buscar algo más negro asociado a la ciudad retratada por Vázquez Montalbán, yo opté por las historias de Lola y Ernesto", cuenta en relación a un punto de partida más cercano con la novela negra o social.

Explicar el entorno de las ciudades se convirtió en el eje desde el que Bartolomé Seguí impulsó sus primeras creaciones -"A salto de mata" o "Lola y Ernesto"-. "Soy un hombre de provincias y de repente, Barcelona apareció delante de mí de golpe... La idea era crear un detective que se moviera en unas escenografías distintas a las que aparecían en las películas que se desarrollaban en Chicago, Los Ángeles o Nueva York. Siempre he sido un dibujante más urbano que de paisajes, es decir, que procuro mostrar unos espacios que sean reconocibles por el público".

El noveno arte suele moverse en unas escenografías espesas y sórdidas a las que Seguí no renuncia, a pesar de tener claro que no pertenece a una generación igual de canalla o chunga como la de sus compañeros Gallardo o Mediavilla. "El cómic es un arte instantáneo... Para denunciar algo únicamente necesitas un papel y algo con lo que pintar, es decir, que no hay que esperar demasiado tiempo, a veces años, como en el cine o en el teatro para denunciar lo que está pasado ahora", precisa poniendo como ejemplo la inestabilidad que se ha creado alrededor de la DUI.

En Cataluña, precisamente, es donde nace la última gran aventura de Bartolomé Seguí: "Tatuaje" es el título con el que inaugura una colección que tiene a Pepe Carvalho como pieza fundamental de una serie legendaria.

"Lo extraño es que un personaje tan potente no haya sido rescatado antes. En este país no hay tantos iconos con ese peso. Alatriste, por ejemplo, enseguida tuvo su propio cómic", compara antes de realizar una leve matización sobre el encargo que tiene entre manos. "Mi Pepe Carvalho es distinto al que imaginó Vázquez Montalbán, pero tiene su esencia. Todos tenemos uno en mente", aclara.