Gay Mercader se considera el padre de la industria musical española, y no exagera, porque empezó en los setenta "cuando en España no había promotores profesionales ni infraestructuras para grandes conciertos" y trajo a los Stones, Bob Marley y Dylan "cuando eran sólo músicos, no leyendas".

Cuando se cumplen 46 años sus inicios profesionales y 44 del nacimiento de su empresa, Gay & Company, Mercader acaba de publicar un libro titulado "Tour Posters. Gay Mercader 1971/2017", en el que reúne 562 carteles, seleccionados entre los alrededor de 3.400 conciertos por él programados.

Un volumen de edición limitada y numerada a mano, que es un documento excepcional de la historia del pop y el rock en España y una buena muestra de la evolución del diseño de carteles, pero que no tiene más textos que un prólogo del periodista musical Diego Manrique.

"No tenía ganas de contar mi vida porque no es tan ''glamurosa'' e interesante como algunos creen", ha dicho a Efe, aunque oyéndolo hablar parece más bien lo contrario, ya que cuenta que conoció a los Stones "cuando todavía se llevaban ellos las maletas" y a Dylan "cuando todavía se dejaba hacer fotos".

Eso le permitió establecer relaciones de amistad que han durado hasta hoy, como las que le unen con Patti Smith, Keith Richards y Phil Collins.

El veterano promotor musical sabe cosas sobre ellos que a muchos les gustaría conocer, pero tan sólo cuenta anécdotas mil veces repetidas porque ser indiscreto está reñido con su profesión y con la educación que recibió de niño: "mi madre, que sigue muy lúcida, me retiraría la palabra si contará cosas privadas de los demás".

Mercader proviene de una familia acomodada catalana y se educó en París, donde le visitaban a menudo sus tíos Vittorio De Sica y María Mercader. También es familia de Ramón Mercader, el asesino de Trotski, pero de ese tema "se hablaba poco en casa".

En todo caso, las alfombras rojas las ha visto desde niño y eso le ha vacunado contra el fetichismo, algo que cree que le ha sido muy útil en su carrera profesional porque le ha permitido establecer lazos de lealtad y confianza con los músicos.

Gay Mercader trajo a España en los inicios de su carrera a Eric Clapton, David Bowie, Emerson, Lake & Palmer, The Clash y Lou Reed, sin embargo recuerda aquella época como "dura y dolorosa".

El concierto de los Stones en La Monumental de Barcelona en 1976 provocó enfrentamientos entre la policía y los espectadores, además de ser criticado por gran parte de la prensa; el de Bob Marley en Madrid lo prohibieron y en el de Lou Reed en 1979, los espectadores destrozaron el escenario.

"No éramos bien recibidos y a mí me dieron palos por todos lados durante los treinta primeros años", ha recordado, aunque después las cosas empezaron a irle bien y ahora vive semirretirado en una casa de campo, tras haber vendido su compañía a la multinacional Live Nation.

"Ahora las cosas funcionan mucho mejor, tenemos una escena musical propia que, en ocasiones, logra competir a nivel internacional, algo impensable en la España acomplejada de hace 40 años", señala.

"La reciente crisis económica ha sido dura para las bandas pequeñas y medianas -añade-, pero ahora que estamos saliendo del bache las cosas sólo pueden mejorar".

Ahora bien, si hablamos de calidad musical, la apreciación de Mercader es otra: "Yo viví una época privilegiada de la historia de la música y estoy malcriado, así que no puedo menos que pensar que ahora hay muchas menos obras maestras que en los setenta".

"En aquella época había muchas puertas esperando a ser abiertas, mucho por descubrir, y eso agudizó el ingenio. Ahora veo cosas que suenan bien, son correctas, pero innecesarias", concluye.