El anuncio la pasada madrugada de la muerte del rockero francés Johnny Hallyday de un cáncer en su domicilio a las afueras de París provocó rápidamente numerosas reacciones en el mundo de la música, pero también en la política y uno de los primeros fue el presidente francés, Emmanuel Macron.

En un largo comunicado emitido por el Elíseo apenas media hora después de que la esposa del cantante, Laeticia, diera cuenta de su deceso, Macron rindió homenaje a quien, según su propio relato, "hizo entrar una parte de los Estados Unidos en nuestro panteón nacional".

"De Johnny Hallyday no olvidaremos ni el nombre, ni el pico, ni la voz, ni sobre todo las interpretaciones que, con ese lirismo bruto y sensible, pertenecen ahora plenamente a la historia de la canción francesa", destacó el jefe del Estado.

De su carrera recordó que había "importado" la "actitud rock''n''roll" de Estados Unidos, lo que le convirtió en "el ídolo de los jóvenes en los años 60 y una figura de la generación yeyé", pero también que no se quedó allí, sino que ha sabido grabarse en la vida de los franceses y que "los conquistó con una generosidad de la que dan testimonio sus conciertos".

Otros muchos políticos reaccionaron también a la noticia que monopolizaba esta mañana todos los informativos del país, como la eurodiputada y exministra conservadora Nadine Morano, que dijo en la emisora "France Info" que no dudaba de que el rockero iba a recibir un homenaje popular a la altura de su figura, más allá del homenaje oficial que se pudiera organizar.

Desde el mundo de la música, figuras como la canadiense francófona Céline Dion -que mostró su "tristeza" por la desaparición de "una verdadera leyenda" y "un gigante del ''show bussiness''"- colgaron mensajes en las redes sociales.

Eddy Mitchell, cuya carrera ha discurrido en parte en paralelo a la de Johnny Hallyday, señaló que con su muerte ha "perdido más que un amigo, (ha) perdido a (su) hermano".

El también cantante y amigo Michel Polnareff contó en el canal "BFMTV" que además de triste se sentía "liberado" porque sabía de primera mano que Johnny Hallyday "sufría enormemente" a causa de su cáncer de pulmón.

Michel Polnareff hizo notar que fue una persona "que nos inspiró mucho, que tenía una fuerza de carácter fuera de la normal. Era un gran ejemplo para todos".

En su domicilio de Marnes la Coquette, en la región de París, un importante dispositivo de seguridad con una decena de furgones de agentes antidisturbios se estableció desde la madrugada junto a la residencia del cantante, "La Savannah", mientras iban llegando los primeros admiradores.