Las palabras de Virginia Woolf "alumbran y enseñan a vivir", según la actriz Clara Sanchís, que regresa mañana a Madrid para dar vida a esa célebre novelista en "Una habitación propia", una obra que plantea la desigualdad entre hombres y mujeres y supone una experiencia "transformadora" para el público.

Tras su paso por el Teatro Pavón Kamizaze y el Teatro Español, "Una habitación propia" recalará mañana en el Teatro Galileo, donde permanecerá hasta el 14 de enero con un montaje adaptado y dirigido por Marta Ruiz que da voz a algunas de las reflexiones más "ricas" y más "sorprendentes" de Woolf, como ha explicado Sanchís.

"Son cosas que se supone que sabemos, pero que a veces no las conocemos en profundidad ni al detalle. A mí misma me descubrió cosas de mí, de mis dificultades y también de mis posibilidades", asegura la actriz, que cree que se trata de una función "muy útil" para el público hasta el punto de ser "una experiencia transformadora".

El texto de la obra pertenece a un ensayo homónimo de Woolf, publicado por primera vez en 1929 y basado en una serie de conferencias que impartió sobre el papel de la mujer en la literatura.

"Las actrices casi siempre hacemos personajes emocionales y en este personaje lo importante es, sobre todo, la inteligencia. Pone por fin encima de la mesa un referente femenino de una enorme lucidez e imaginación", explica Sanchís.

Además, lo que hace que el texto "pueda y quiera ser escuchado tanto por hombres como por mujeres", apunta la actriz, es que Woolf habla de la desigualdad de una forma genérica y enseña que "el sentido del humor es un arma para tratar los asuntos más difíciles".

"El espectáculo, como el libro, empieza con mucho sentido del humor, pero al final es demoledor. Se te saltan las lágrimas", señala.

Para "digerir" mejor las ideas y "respirar" un poco, Sanchís -que también es pianista- propuso incluir en la obra unos interludios musicales que ella misma interpreta entre los cuatro capítulos que se representan.

Las piezas elegidas, puntualiza, son obra de Johann Sebastian Bach porque ese compositor permite que haya en la música la misma "libertad" que en el pensamiento de Woolf, que es el gran protagonista de "Una habitación propia".

"Admiramos tanto a Virginia que hemos intentado interponernos muy poco entre ella y los espectadores. Queríamos ser muy transparentes para que la transmisión de su mensaje fuera muy directa", añade la actriz, que revela que este papel es con el que ha sentido una mayor implicación: "Nunca he estado tan de acuerdo con lo que he dicho sobre el escenario".