Don Quijote de la Mancha falleció en marzo del año 1616 en el campo, en el término de San Miguel de Abona, y fue enterrado en Vilaflor de Chasna, según la novela que ha escrito, con mucha imaginación, Tomás de Armas Schmölzer (Londres, 1943), aunque reside desde niño en Santa Cruz, y que ha titulado "Don Quijote en Tenerife".

Este autor, toda la vida vinculado al turismo, ha trastocado la historia del personaje más universal inventado por Cervantes, lo trajo a Tenerife, donde permaneció durante diez meses, y donde conoció a varios famosos de la época, principios del siglo XVII, que sí fueron reales. Su objetivo fue muy claro. "Con esta novela quería vincular el nombre de Tenerife con el del más importante de las letras españolas para promocionar la Isla".

Esta novela de ficción y aventura, escrita tras una ardua labor de documentación, establece que Don Quijote no murió en su cama, como deja entrever en cierto modo Cervantes, sino que para Tomás de Armas se recuperó a las pocas semanas de sus dolencias, incluida la locura, y decidió acompañar a su sobrina Antonia a Tenerife, a donde se trasladó para acceder a una herencia que le dejaron.

"Cervantes deja una puerta ligeramente abierta, porque él no entierra a Don Quijote. El hecho de no enterrarlo, dejarlo en la cama y que el que certifica su muerte es un escribano, no un médico, lo aprovecho para que no se muera", comentó Armas.

Ante esta tesitura, Don Quijote, ya cuerdo, su sobrina, su fiel Sancho Panza y el barbero Maese Nicolás emprendieron el viaje hacia la isla picuda. "Se vienen los cuatro a Tenerife y a lo largo de la travesía tienen un incidente con piratas berberiscos y llegan finalmente a la isla por Garachico, donde todo el mundo conoce a Don Quijote porque es un personaje muy famoso y es recibido por el Regidor, que los acoge en su casa".

En Garachico comienza su recorrido por la Isla y todos se dirigen hacia La Laguna, donde se establece su sobrina, Santa Cruz, donde se queda maese Nicolás, mientras Don Quijote y Sancho Panza se van hacia Candelaria y visitan el resto de la Isla. Al parecer, según la historia que propone el autor, estuvieron en la isla desde abril del año 1615 hasta marzo de 1616, cuando muerte el gentil hidalgo.

"Don Quijote estuvo muy a gusto en la Isla, a la que vino para acompañar a su sobrina y para ver a un amigo suyo de la infancia que residía en el sur de la isla, personaje inventado también. Pero a lo largo de la novela conoce a numerosos personajes históricos, entre ellos al primer Marqués de Nava y Grimón, al historiador Fray Alonso de Espinosa y a Franchi Alfaro de La Orotava, de los que se hizo buen amigo", concluyó este autor que en el año 2000 escribió "De mi vida scout".

Tomás de Armas Schmölzer

autor de la novela "Don quijote en Tenerife"

"Don Quijote en Tenerife", publicada por DelMedio Ediciones, con cerca de ciento cincuenta páginas, una de ellas un mapa del itinerario que siguió en la Isla, es una especie de ruta guiada del personaje cervantino por tierras tinerfeñas. Las fechas, la arquitectura de los paisajes, los personajes históricos y la estética de las palabras ayudan a digerir una historia entretenida, escrita de tal forma que se puede leer de un tirón y en la que Don Quijote disfruta de la belleza de la Isla, a la que considera que tiene que ser "una parte del paraíso".