La ciudad belga de Lieja dedica estas Navidades una exposición de esculturas congeladas a los universos creativos de las factorías cinematográficas de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars en la que se han empleado 600 toneladas de hielo.

El tercer Festival de Escultura de Hielo de Lieja, que se extiende sobre una superficie de 1.000 metros cuadrados y puede visitarse hasta el próximo 18 de febrero, ha contado con el talento de maestros en tallar hielo llegados de Hungría, Francia, Bélgica, Siberia o Canadá.

Pertrechados con sierras mecánicas y lijas industriales, para hacer realidad sus efímeras creaciones los artistas han precisado de 600 toneladas de hielo transportadas en 15 camiones frigoríficos desde Flandes, la mitad norte de Bélgica donde se ha fabricado la materia prima para hacer realidad ese particular universo de sueños gélidos.

Al entrar al pabellón donde se despliega la exposición de más de un centenar de personajes helados, el visitante se ve sorprendido por una atmósfera de luces tenues y bullicio infantil.

Niños ataviados con guantes y gorros revolotean y posan frente a sus héroes de dibujos animados para los teléfonos móviles de sus padres a 6 grados centígrados bajo cero, temperatura necesaria para evitar que se derritan las obras, de entre 2 y 6 metros de alto cada una.

"He venido a ver las esculturas de hielo con mis hijos de 5 y 8 años. Al niño le gusta ''Toy Story'' y a mi hija mi hija le gustan los superhéroes X-Men", explicó Mélanie Belpost, una de las muchas personas que han aprovechado las vacaciones escolares para acercarse a la muestra en familia.

La princesa Elsa de "Frozen" y su amigo de nieve Olaf, el malvado Darth Vader de la saga de "Star Wars", el pequeño Moglie de "El libro de la selva", Buzz Lightyear de "Toy Story", Peter Pan, Pinocho, Aladin, el Rey León o Lobezno son algunas de las estrellas invitadas a la feria invernal.

Y, por supuesto, clásicos como el ratón Mickey y su compañera Minnie Mouse, también participan en una exposición que rinde homenaje al 25º aniversario de la apertura del parque de atracciones de Disneyland París.

No en vano, la exposición está alojada a escasos metros de la estación de trenes de alta velocidad que conecta Lieja con Bruselas, Fráncfort, Londres y también con París.

El marco consiste en un enclave ferroviario de 32.000 metros cuadrados de cubierta acristalada que se inauguró en 2009 y fue diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava.

La muestra, a la que los organizadores esperan que acudan unas 150.000 personas, ha requerido cinco semanas de trabajo previas en las que se realizaron las esculturas en el propio lugar donde posteriormente se exhibirían, ya que resulta muy complicado transportar los bloques de hielo una vez tallados.

De entrada, porque el hielo es un material frágil. Y además porque un pequeño bloque de 1 metro de largo, 25 centímetros de alto y 50 centímetros de ancho pesa 125 kilos, mientras que los sillares más grandes de la exposición llegan a pesar hasta dos toneladas cada uno.

La entrada al Festival de Escultura de Hielo de Lieja, que hasta el 7 de enero cuenta con una réplica en la también belga localidad de Brujas, cuesta 12 euros la entrada para adultos y 4 euros para niños mayores de 4 años, mientras que es gratuito para los más pequeños.