La compañía gallega Nova Galega de Danza propone hoy al público de Roma un espectáculo de fusión entre la danza tradicional gallega, la contemporánea y el flamenco, a partir de un nexo común que es la raíz de estas culturas.

El espectáculo lleva por nombre "Son" y se enmarca en el Festival de danza española y flamenco que comenzó el pasado lunes y concluirá el 16 de enero en el Auditorio Parco de la Música de la capital italiana.

Este montaje propone a los amantes de la música y la danza un viaje cultural al interior de la mente de un "escultor, un creador" para descubrir "lo que le pasa a un artista cuando está creando", explica en una entrevista el director de la compañía, Jaime Pablo Díaz (A Coruña, 1968).

El espectáculo, de poco más de una hora de duración, cuenta con una veintena de artistas en el escenario que realizan una fusión de flamenco, baile folclórico de Galicia y danza contemporánea.

Lo hacen bajo la dirección artística de Díaz y Carlos Rodríguez, y ambos se encargan también de la coreografía junto con Carmelo Segura.

El proceso de creación de esta función fue lento y Díaz recuerda que al principio fue difícil "encontrar el nexo común" entre el flamenco y la danza tradicional gallega.

"Son dos culturas que están en el mismo país, en España, pero una está en el norte y otra en el sur", señala.

"Los primeros quince días fueron un poco desconcertantes porque no encontrábamos el nexo en común, pero a base de trabajar nos dimos cuenta de que podíamos conseguirlo siempre y cuando nos fuésemos a la esencia", añade.

La compañía gallega está inmersa en una gira con este espectáculo que ya ha llevado a México, Colombia y España y que, tras su paso por Roma, tiene previsto volver a España, a Galicia, y después aterrizar en Tel Aviv.

"Es un espectáculo al que puede venir todo el mundo, da igual la edad, se comprende muy fácil", subraya, al tiempo que asegura que "es difícil apartar la visión del escenario porque siempre están sucediendo cosas".

Nova Galega de Danza nació en 2003 de la mano de Díaz y Vicente Colomer con el espectáculo "Alento", que fue finalista de los Premios MAX como Mejor Espectáculo Revelación del 2005. Tras este, le siguieron otros como "Engado" (2006) y "Tradicción" (2008).