La muerte es un tema recurrente al que alude el artista Fernando Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 1980) en muchas de su piezas, como la última que presenta en la sala del Ateneo de La Laguna, con el título "No hay nada que celebrar", hasta el próximo 23 de febrero.

Se trata de una instalación, concebida específicamente para el espacio en el que se expone, que está formada por una vitrina de cristal fume con unas dimensiones de trescientos sesenta centímetros de largo, por ciento veinte de ancho y doscientos de altura, en cuyo interior reposa un presumible cuerpo inerte envuelto en un plástico, en una clara referencia directa a la muerte.

"Es un proyecto de hace años en el que trabajo con el tema de la muerte. Es una pieza de cristal que se presenta en un espacio oscuro. Es bastante escenográfica y tiene muy poca iluminación. El cuerpo que está dentro tiene mis dimensiones y siempre es autoreferencial a mi edad, a mi medida. Es de lo que habla la pieza", explicó.

Pérez, que estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna y en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez, aseguró que "esta pieza, de alguna manera, pone en crisis al espectador. Cuando entras allí es un "shock" tan grande el que sientes, porque realmente parece un cadáver envuelto y tirado dentro de la caja. El impacto que produce es bastante grande".

El autor utiliza la urna de cristal, cuyo tamaño es el doble del "cuerpo" exhibido en su interior, porque de alguna forma es como si sacralizara su contenido y le da más importancia que si estuviera en un espacio no delimitado, sin acotar.

"El día de la inauguración, cuando abrimos la puerta de la sala, se quedó todo el mundo en silencio diez minutos, porque la imagen en realidad es tan impactante que pone en crisis al espectador. Te ves reflejado y recordamos todas esas imágenes que hemos visto múltiples veces en los periódicos o en las televisiones", comentó.

Pérez reconoce que el tema de la muerte le obsesiona un poco, tanto la física como la mental, aunque en otras ocasiones la ha plasmado desde la ausencia del cuerpo. Acto seguido mencionó otra obra que realizó para la colectiva "Crisis, what crisis?, que se desarrolló hace varios años en Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de Santa Cruz, obra en la que la muerte también está presente.

"Esta pieza remite a otra que hice para TEA. Era una especie de estantería de unos ocho metros con muchísimas esquelas fundidas en bronce con los nombres de personas que fallecieron con mi edad y que he ido recopilando de los periódicos locales a lo largo del tiempo".

"Esta pieza es bastante dura en cuanto a imagen formal, pero la de las esquelas que fui recopilando de personas que había muerto con la misma edad que tenía yo es algo que me obsesiona. Es violento. No es un cuerpo directamente, es menos literal, pero es más dura porque hay una verdad, es gente real. Lo otro es una metáfora de mi cuerpo, entre otras cosas".

Este creador considera muy difícil explicar con palabras el mensaje que encierra esta instalación, abierta a la sensibilidad de quien la observa, cualidad innata al arte en general. "La experiencia sensorial personal que te puede aportar la pieza para mi tiene unas claves, pero para otra persona pueden ser otras diferentes".

Fernando Pérez, que compagina su trabajo artístico con la dirección del espacio BIBLI en Santa Cruz, aclaró que el contenido del supuesto cuerpo yacente en la urna ha sido rellenado con ropa suya, además de tener sus propias dimensiones físicas.

Con respecto a la elección del cristal fume para la fabricación de la vitrina, resaltó que lo eligió porque es reflectante. "Es negro porque también me gusta la idea de que el cristal funcione como una pátina. Te reflejas en la pieza, te rebota. Ves la obra y a la vez tu también te ves en la caja. Esa imagen me interesa mucho. Es tan impactante, estás allí con todo tan oscuro que te sientes muy pequeñito", matizó.

La instalación se puede visitar de lunes a viernes de 10:30 a 14:00 horas y de 17:00 a 21:00 horas.