El consejero de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno canario, Isaac Castellano, admite que se está barajando la opción de la financiación privada en el Festival de Música de Canarias (FIMC).

Así lo indicó ayer durante la comparecencia parlamentaria que realizó a propuesta de Coalición Canaria (CC) y del PP para responder sobre el informe de fiscalización económico-financiera de la XXXIII Edición del Festival Internacional de Música de Canarias. Al respecto, el consejero del área recordó a los asistentes que él tomó posesión cuando la programación de la edición de 2018 ya estaba realizada, siendo en ese momento su prioridad buscar un director para este evento, si bien matizó que "no había tiempo material" para convocar un concurso.

Asimismo, añadió que una vez se eligió al director del Festival de Música de Canarias, Jorge Perdigón, el objetivo era ejecutar el programa de 2018, así como hacer la programación para 2019 y 2020 con el objetivo de "no cometer los mismos errores, hacer una mejor previsión de gasto", avanzando que las cifras actuales del Festival son "muy positivas".

Castellano afirmó que están trabajando para corregir dos aspectos que recoge el informe de fiscalización del festival del 2017, al tiempo que matizó que son "conscientes de que no pueden anticiparse a los ingresos que se obtendrán con la venta de bonos como se hizo. "Lo correcto es realizar unas previsiones para no desestabilizar la balanza entre ingresos y gastos", señalando que en la cultura se debe tener en cuenta que "no se trata de una cuestión cuantitativa sino cualitativa".

El lanzaroteño también puntualizó que no oculta que se produjo un déficit de 418.000 euros, si bien subrayó que en lo que se trabaja para atajar este tipo de situaciones es en la aprobación de los presupuestos para los próximos festivales, hacer una mejor planificación del gasto atendiendo a los caches de artistas y participantes o mejorar la seguridad jurídica.

El consejero incidió en el estudio que están realizando para aumentar la financiación privada con el fin de que "la calidad del festival se mantenga", ya que se ha sostenido por la financiación pública que "ha ido descendiendo" durante la crisis, con "inevitables consecuencias".

El socialista Guillermo Corujo acusó a Castellano de "pasar de puntillas" por el informe del festival del pasado año en el que la Auditoría de Cuentas, recordó, "no cuestiona el modelo, analiza las cuentas". En este sentido, Corujo señaló que este órgano "le pone la cara colorada" al festival recogiendo cuestiones como el que las contrataciones "están mal hechas" y que "no" se publicaron concursos.

El portavoz de Agrupación Socialista Gomera (ASG) José Ramón Ramos Chinea, puso el acento en el déficit y solicitó a Castellano que "haga caso" a los recomendaciones de la Audiencia de Cuentas.

La diputada de Coalición Canaria (CC) Migdalia Machín dijo a Castellano que si bien de acciones pasadas "no" se le puede responsabilizar, a partir de esta edición debe asumir responsabilidades.

Josefa Luzardo, diputada del PP, cuestionó también el hecho de que el consejero no se hubiera referido a los pagos o a otras cuestiones relacionadas con el trabajo de agencias sin convocar concursos.