El cantante malagueño Pablo López asegura que está "buscando constantemente" la libertad en "una búsqueda constante porque uno cambia" que pasa por "encontrarte a ti mismo y aceptarte como seas, seas bien o seas mal".

Así lo asegura en una entrevista en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar, donde esta noche inicia su "Tour Santa Libertad", en la que presenta los temas de su nuevo disco, "Camino, fuego y libertad", y que por ahora tiene 29 paradas por todo el país.

"Me parece una de las palabras más bonitas que hay y que a veces se politiza demasiado pero la libertad (...) debe partir desde dentro hacia afuera y no viceversa", dice el artista sobre la libertad.

Asegura que se dio cuesta de esto "hace poco tiempo", cuando estaba "un poquito perdido y realmente no entendía ciertas cosas", así que comenzó a preguntarse "quién era, que no lo había hecho nunca y me sentó bastante bien porque uno descubre que a veces es un poco idiota, torpe, que a veces acierta y a veces se equivoca".

Por ello, sostiene que no quiere dejar de recordar esta lección, por lo que "todo lo que haga en el futuro quiero que lleve esa palabra, canciones, giras y todo lo que sea".

No obstante, defiende que la búsqueda no ha concluido porque la libertad es "una búsqueda que te hace caminar". "Ojalá que nunca crea que la he encontrado porque seré idiota en ese momento o estaré lleno de vanidad o muerto en vida", añade.

Sobre su nueva gira, López no quiere dar sorpresas porque se trata de un plato con "ingredientes maravillosos" que "no sirve para nada sin una boca que se lo coma".

"Cuando ellos -sus seguidores- lo prueben, entonces sabré lo que está pasando. No es escurrir el bulto, es verdad, como todo lo que hago, no tiene sentido si hay dos orejas abajo escuchándote nada más. Así que lo sabremos a partir de este sábado", manifiesta.

En cualquier caso, asegura que preparar esta gira ha sido "más difícil" que en otras ocasiones porque "crecer" le ha llenado de "responsabilidad" y lo ha hecho "más pequeño a la vez".

"Me estoy volviendo más pequeño, con una autoestima más baja, más sensible, más delicado, entonces eso lo hace más difícil, porque te cuesta más tomar decisiones, a la vez que tienes libertad para hacer muchas cosas, piensas, madre mía, si decepciono este amor que me están dando, no me lo perdonaría nunca".

Tal vez por eso apunta que si antes tenía expectativas al inicio de una gira, ahora intenta "disfrutar y estar a la altura de lo que ha pasado" ya que "la gente espera muchísimo, espera vivir la experiencia del año pasado pero con una intensidad exponencialmente mayor".

Sea como sea, indica que en el escenario "en ningún momento" bajará la guardia y reconoce que sus interpretaciones a solas con el piano son momentos en los que conecta "muchísimo con la gente", sin desvelar tampoco si esto "pasará más de la cuenta, menos o de una forma diferente".

Afirma, eso sí, que "El Niño" ha sido la canción "más difícil de escribir, de cantar y de grabar" porque habla de la "pérdida total de perspectiva" y asegura que cuanto "uno tiene que soñar despierto, tiene que ser niño (...) La ilusión es propiedad privada de la inocencia, si tu pierdes la inocencia y pierdes la ilusión, probablemente no te puedas dedicar a la música".

Como no podía ser de otra forma, dice que "La Libertad" es la que mejor lo representa en estos momentos y se muestra sin temor por los kilómetros que le esperan durante esta gira porque es una "excursión con mis amigos a hacer cosas que casi nadie puede ver en su vida" tras la que espera que hayan pasado "tantas cosas que no sepa dónde empezar para escribir un nuevo disco".