El Teatro Cuyás acoge la obra ''Smoking Room'', dirigida por Roger Gual, que fue presentada hoy por Miki Esparbé y Pepe Ocio, dos de los seis actores que conforman el elenco de un espectáculo que definieron como "una comedia agridulce".

El barcelonés Esparbé y el madrileño Ocio, quienes ocuparán las tablas del teatro capitalino junto a sus compañeros Manolo Soto, Manuel Morón, Secun de la Rosa y Edu Soto, estuvieron arropados en su comparecencia de prensa por el director artístico del Cuyás, Gonzalo Ubani.

Ubani, que expresó públicamente su pésame por el reciente fallecimiento del profesor de Ingeniería de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Felipe Díaz, del que comentó que fue un gran amigo del Cuyás y suyo propio, y director del Aula de Jazz universitario, manifestó que aún recuerda la película del año 2002 en que se basa esta obra teatral.

"Cuando vi la película comprobé clarísimamente que ahí había una obra de teatro que nadie hacía, pero finalmente aquí está, con un reparto de campanillas y precedida de un gran éxito. Aquí solo restan las últimas entradas a la venta", indicó.

Por su parte, Miki Esparbé reveló que durante muchos años le ofrecieron a Roger Gual adaptar la película, aunque el director teatral quiso dejar que pasase un tiempo tras la gran acogida que tuvo la misma.

"Estamos realizando una gira muy bonita y en la que nos lo pasamos muy bien. Somos seis individuos que disfrutamos muchísimo de la función y sabemos que los espectadores también lo hacen", aseguró.

Pepe Ocio, por otro lado, afirmó que la obra tiene dos o tres momentos muy cómicos, "que arrancan aplausos", aunque se está hablando de una desgracia.

"Los seis personajes, en el fondo, tienen una parte de mucha infelicidad. Es una especie de comedia agridulce, que al ser representada en el teatro ha ganado algo más de comedia. Sigue siendo una crítica muy fuerte al entorno laboral, pero con muchísimo sentido del humor, lo que hace disfrutar al público y a nosotros mismos", reveló.

Asimismo, Miki Esparbé añadió que al hacer la obra en el teatro, las risas "se contagian" y la comedia cobra "más fuerza al inicio".

"El público entra en la historia a través de las risas, y cuando llega la parte más dramática el espectador está metido tan dentro que también la disfruta bastante. La obra tiene un poco de todo, y las risas no comen terreno a la lucha de las convicciones y a la falta de solidaridad", indicó.

A su vez, Pepe Ocio reconoció que los hombres no salen "muy bien parados" en este espectáculo, de hora y media de duración.

"Los conflictos existentes en la oficina en la que trabajan tienen que ver con la parte más relacionada con la testosterona. Si esta obra fuese interpretada por mujeres duraría 15 minutos, porque el problema se habría solucionado antes o de otra manera", señaló.

Miki Esparbé abundó en detalles y reconoció que hoy en día seguimos igual que hace quince años en muchos aspectos, lo cual es "un poco lamentable".

"El respaldo entre compañeros y tratar mediante una recogida de firmas de conseguir un objetivo para beneficiar al conjunto no es tan fácil como parece. Ahí salen a relucir las hostilidades y el rechazo, que es lo que viene a contar Smoking room", afirmó.

Ambos actores revelaron que lo bueno de esta obra es que son seis personajes totalmente distintos entre sí, que pueden convivir durante ocho horas en la oficina y luego salir a fumarse un cigarro para contarse su vida.

"Son personajes muy identificables de inicio, aunque luego cada uno te puede sorprender a nivel individual, porque todos esconden su historia", declararon.

Esparbé y Ocio bromearon sobre el hecho de estar obligados a fumar "algo extraño" durante la representación, justamente por la prohibición del tabaco en espacios públicos cerrados.

"Fumamos un tabaco que procede de Alemania y que es legal en recintos teatrales. Aparentemente, parecen cigarros normales, pero están hechos de hierbas y huelen y saben como el demonio", reconocieron entre risas.