El planteamiento de "Winchester" es intrigante y concita la atención, ya que está inspirada en la historia real de la viuda del creador de los rifles Winchester, que construyó en 1884 una mansión victoriana y creía que los espectros la perseguían hasta tal punto que mandó a erigir 160 habitaciones, escaleras que no iban a ninguna parte y puertas tras las que solo había un muro con el objetivo de despistar a los hipotéticos fantasmas.

Otro tanto a su favor es que sigue la estela de hotel Overlook de "El resplandor" (1980), de Stanley Kubrick, en cuanto a que la mansión representa la encarnación espacial del Mal. Sin embargo, todo esto de diluye como un azucarillo en una taza de café hacia el primer tercio del metraje. La premisa prometía una película de terror con calidad, incluyendo a una protagonista de postín como Helen Mirren, y de hecho la presentación de la imponente casa, la aparición de la señora Winchester y la atmósfera de suspense que se sugiere está muy lograda.

Sin embargo, ese inicio prometedor se transforma en una serie de momentos que abusan de los golpes de efectos para intentar hacer sobresaltar al espectador, y se da rienda suelta a todos los clichés del cine de terror contemporáneo que solo satisfarán al público menos exigente hasta llegar a un tramo final poco climático. No solo se desaprovecha un escenario imponente sino a una actriz como Helen Mirren, dejando pasar la oportunidad de realizar lo que pudo ser una buena película de terror.

La presencia de Helen Mirren, que encarna a Sarah Winchester que porta un velo perpetuo mientras parece errar por la casa, no logra levantar el desaguisado general que desaprovecha la arquitectura de la mansión. Su actuación es solo correcta. En definitiva, "Winchester" es solo recomendable para amantes del cine de terror que solo quieran pasar el rato, ya que no ofrece nada del otro mundo.

(23 de marzo)

La próxima semana llega a la cartelera española "El aviso", de Daniel Calparsoro, cuya historia gravita sobre un niño que recibe una carta con una amenaza de muerte, pero nadie en su entorno parece creerle.

Por su parte, la francesa "La casa junto al mar", de Robert Guédiguian, se centra en el reencuentro de tres hermanos en la casa de su anciano padre, que avistan la llegada de una patera a la costa. Formó parte de la sección oficial del último Festival de Venecia. La película de animación de la semana es "Peter Rabbit", adaptación del cuento clásico de Beatrix Potter de un conejo rebelde que intenta colarse en la huerta de un granjero.

Los que prefieran la ciencia ficción tienen la opción de ir a ver "Pacific Rim: Insurreción". Ya saben, cada película tiene su espectador. No dejen de ir al cine.