Tras un largo proceso, por fin el timple ocupará un lugar propio entre las enseñanzas musicales elementales que se ofrecerán en los conservatorios de las Islas.

Este pequeño instrumento de cuerda, acaso el exponente más definitorio de la singularidad del Archipiélago y todo un símbolo de identidad, supera el ostracismo al que ha estado sometido a lo largo del tiempo y alcanza la categoría de solista.

La consejera de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, anunciaba este jueves que el timple ya contaba con currículo, un documento que define las pautas para su impartición en los conservatorios del Archipiélago.

El Boletín Oficial de Canarias (BOC) en su edición de ayer, viernes, publicaba la orden por la que se regulan todas las enseñanzas elementales a impartir en los Conservatorios Profesionales de Música del Archipiélago, una norma en la que se establecen, por primera vez, todos estos estudios musicales y en el que figuran más de una veintena de instrumentos.

La publicación del documento donde se recoge la enseñanza del timple es el resultado "de un año de trabajo intenso para hacer posible la implantación de la nueva especialidad instrumental", de encuentros y reuniones con los timplistas y su participación en el proceso, después de unos primeros momentos en los que quedaron orillados.

En el dossier que se trasladó al Estado, cumpliendo el trámite de la petición formal al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, se destacó su especialidad instrumental, los fundamentos históricos, antropológicos, culturales y etnológicos que avalan su arraigo sociocultural y se aportó una secuencia curricular, además de un repertorio propio que atestigua la riqueza del instrumento.

El nuevo currículo ha estado disponible en el portal de información pública durante estos últimos meses para así recibir aportaciones de los profesionales. De esta forma, el Ejecutivo regional puso a disposición de los timplistas de Canarias una aplicación en línea para que pudieran enviar sus partituras, repertorios y métodos, y de esta manera involucrar su experiencia en la creación de los contenidos didácticos de esta nueva disciplina.

Monzón subraya la importancia de que el timple figure en las enseñanzas musicales, entendido como una fórmula de "contribuir a sentar las bases para que la tradición cultural y artística de Canarias se conviertan en elementos de identidad e integración".

El currículo, documento oficial que recoge el conjunto de objetivos, competencias o capacidades a adquirir por el alumnado, métodos pedagógicos y criterios de evaluación establece los principales contenidos que se deben abordar en cada curso.

En el caso del timple, la Consejería detalla en la nueva orden contenidos variados para los cuatro años de educación elemental del instrumento, que van desde las características del timple hasta su afinación; desarrollo del hábito postural; modos de pulsación y articulación; aspectos de digitación; sensibilidad auditiva, rasgueo, tipos de toque o improvisación libre e intuitiva sobre efectos sonoros y patrones rítmicos, melódicos y armónicos, entre otros.

REACCIONES

Domingo Rodríguez "El Colorado"

timplista

"Hay que ir con mucha cautela"

Este intérprete advierte de que "hay que ir con mucha cautela" y aconseja "no obviar lo que es el timple de raíz, la esencia". Además, señala que los docentes deben tener una "preparación adecuada y ser versátiles".

Beselch Rodríguez

timplista

"Reconocimiento a su progreso"

Sostiene que es un "instrumento con posibilidades" y su inclusión en los currículos reconoce su "progreso", un conocimiento que ahora se expandirá, generando material didáctico.