El arte perfeccionista del holandés Maurits Cornelis Escher ha dejado "fascinado" a los más de 67.000 visitantes portugueses y extranjeros que ya han pasado por su exposición en el Museo de Arte Popular de Lisboa.

Así lo asegura la representante de los comisarios de la muestra, Ana Cristina Baptista, que remarca que una exposición tan "actual y desafiante" ha atraído a público de todas las generaciones desde que se estrenó el 24 de noviembre.

Aunque Portugal es el país mayoritario en cuanto a visitantes, destaca que la procedencia del público ha sido "diversificada", ya que por el museo han pasado turistas de lugares como España, Francia, Italia, Rusia, Estados Unidos, México, Chile, India o China.

Baptista apunta que el gran porcentaje de extranjeros que visitan la exposición, que permanecerá en la capital lusa hasta finales de mayo, "retrata" el tipo de turismo que suele recibir Lisboa, "interesado y cultural".

La muestra recoge más de 200 obras del artista holandés, en especial litografías y xilografías, entre las que destacan algunos muy conocidas como "Mano con esfera reflectora", "Relatividad" o "Belvedere".

Dividida en siete periodos, abre las puertas del complejo universo de su carrera artística, muy influenciado por la ciencia en general y las matemáticas en particular, y que se tradujo en centenares de piezas intrigantes y únicas.

Baptista indica que Escher fue un artista "único y multidisciplinar" y que su obra "transversal" dejó un legado que sirvió de inspiración dentro y fuera del mundo de las artes plásticas: "Todas las áreas artísticas intentaron homenajearle y recrear su obra", asegura.

El juego con los puntos de fuga, uno de los aspectos clave de su obra, sirvió de inspiración para varios catálogos, anuncios de televisión, películas como "Origen" o "Dentro del laberinto", e incluso un capítulo de "Los Simpsons", todos expuestos en la capital lusa.

Otras de las características del holandés más distinguidas que están exhibidas es el llamado efecto Droste, que consiste en una imagen que se repite de forma reducida infinitas veces y que en 1969 inspiraría la portada del LP de la banda británica Pink Floyd "Ummagumma".

Este efecto casi paranoico sirve de base para una imagen interactiva en la que es el propio visitante quien protagoniza el bucle infinito y pasa a formar parte de la litografía "Galería de grabados" (1956), en una de las diversas actividades lúdicas y didácticas que complementan el recorrido.

La Alhambra de Granada, lugar que el artista visitó varias veces y que le serviría de inspiración junto a la Mezquita de Córdoba para crear sus obras compuestas por teselados, tiene también un lugar destacado en la exposición.

Hijo de un ingeniero hidráulico y fallido estudiante de arquitectura, M.C. Escher murió sin haber sido excesivamente rico ni famoso, pero con un legado que terminó moldeando el pensamiento científico y la iconografía moderna del arte contemporáneo.

Precisamente, mañana, martes, se conmemora el 26 aniversario de su fallecimiento en un hospicio para artistas en la localidad holandesa de Laren.

Su exposición, que permanecerá abierta en Lisboa hasta el próximo 27 de mayo, estuvo el año pasado en el Palacio de Gaviria de Madrid y, antes de finalizar este año, será exhibida en Nueva York.